Sin embargo, la defensora de derechos humanos indica que le teme más a la impunidad de los abusos del exparamilitar.
Este jueves la Fiscalía General de la Nación formuló cargos en contra de Hernán Giraldo por presunto responsable de los delitos de acceso carnal violento, acceso carnal abusivo con menor de 14 años, aborto forzado, trata de personas y concierto para delinquir.
La decisión es celebrada por cientos de mujeres que fueron víctimas de este individuo, conocido por sus aberrantes conductas sexuales con el alias de ‘El Taladro’, pero también por una mujer que ha dedicado gran parte de su vida a defender este tipo de abusos; la defensora de derechos humanos Norma Vera Salazar.
Vera indica que ha recibido amenazas de parte de personas cercanas a Giraldo Serna, no obstante, indica que su compromiso con las más de 200 mujeres violentadas por el exjefe paramilitar le impiden dejarse amedrentar.
“Lógicamente sí temo por mi vida, porque he recibido amenazas telefónicas desde octubre del año pasado. Estas amenazas fueron documentadas ante la Fiscalía, además solicité un esquema de protección”, informó Vera Salazar.
Dentro de los mensajes recibidos, le han manifestado que como Giraldo sea excluido de Justicia y Paz las va a pagar, que saben en qué carro se moviliza.
“Sí temo por mi vida, pero temo más por la vida de mi hija, el silencio y la exclusión”, agregó.
Este proceso de investigación y reconstrucción de los casos se ha desarrollado durante 6 años, en donde 201 mujeres le contaron todo tipo de aberraciones sexuales que tuvieron que hacer con ‘El Viejo’.
“Yo reconstruí casos en el que mujeres les tocó hacerse la histerectomía porque fueron violadas, estamos hablando de niñas de 11 años que fueron abusadas por Giraldo, que nunca pudieron tener hijos”, indicó.
En su relato exclusivo para Santa Marta Al Día, Vera Salazar confesó haber sido víctima de abuso sexual a la edad de 8 años, por lo cual ha dedicado los últimos 20 años de su vida a ayudar a mujeres que han padecido de estos actos.
Es por ello que al preguntarle si tenía miedo de lo que pudiera pasar, su respuesta fue contundente al decir que más le atemoriza la impunidad y repetición de estos delitos.
“Me da más miedo que esto se vuelva a repetir o que quede impune que el propio sentimiento de miedo y autoprotección interna que he tenido, porque efectivamente ya la indignación pasa a un plano en el que tu sientes que tienes el deber moral de lograr que esto no vuelva a pasar”, puntualizó la Defensora de Derechos Humanos.
