Aunque el fútbol de la primera división regresa a la capital del Magdalena el próximo año, el nuevo estadio Sierra Nevada al parecer no cumple con las exigencias de la Dimayor para jugar partidos de la Liga Águila.
Después de permanecer durante 13 años en la primera categoría B, el equipo Unión Magdalena regresa en el 2019 a la primera división del fútbol profesional colombiano, pero la celebración de la hincha se ha visto interrumpida tras conocer que el nuevo estadio Sierra Nevada no cumple con las exigencias de la Dimayor para jugar partidos de la Liga Águila.
Si esta tarde el ‘equipo bananero’ tuviera que estrenarse nuevamente en la primera división, jugando el clásico costeño contra el Junior de Barranquilla, según el diario El Espectador, la Dimayor no lo permitiría, porque hay todavía muchas obras inconclusas; el estadio presenta problemas de acceso, iluminación, silletería y seguridad, entre otros.
Aunque el escenario deportivo se construyó en tiempo records, debido a que en 9 meses debía estar listo para dar inicio a los Juegos Bolivarianos 2017, las obras quedaron al 80%. Para ese entonces solo se habilitaron tres tribunas. Una vez concluido el evento, los trabajos pararon y un año después no se han terminado.
El estadio Sierra Nevada, con capacidad para 17.000 aficionado, ubicado en el sector de Bureche, a las afueras de Santa Marta, le hacen falta las luminarias, los camerinos, las cabinas de prensa, la silletería, el sonido amplificado, las correas para cerrar el techo, zonas de seguridad para los aficionados y vías de acceso.
El pasado lunes todo esto quedó evidenciado, tanto que al árbitro encargado de impartir justicia en el encuentro entre Unión Magdalena y Deportes Quindío, Wilmar Roldán le tocó llegar en mototaxi hasta el estadio, luego que el conductor que lo transportaba se negó a ingresarlo hasta el sitio, debido a la congestión que se genera para ingresar.