El proceso se extenderá hasta el 31 de diciembre del 2022.
El Departamento de Prosperidad Social (DPS) informó que este jueves 14 de julio iniciará la segunda etapa de inscripciones al programa Familias en Acción, el cual está dirigido a los hogares con niños menores de 18 años en situación de vulnerabilidad, que están focalizados en el Sisbén IV.
En Santa Marta el proceso inició en su cuarta etapa, en la que se espera la inscripción de más de 24 mil familias al programa. Se desarrollará hasta el 31 de diciembre de 2022, según el cronograma establecido.
Según precisó la entidad en un comunicado, en esta segunda etapa se espera inscribir 2.079.758 millones de hogares potenciales con corte de actualización al 23 de junio de 2022.
Esta etapa del proceso de inscripciones se desarrollará hasta el 31 de diciembre de 2022, de acuerdo con el cronograma establecido.
“Hemos modernizado a Familias en Acción. Durante el gobierno del presidente Iván Duque logramos rediseñar este programa, para adaptarlo a las nuevas realidades de la población en el país. Esto nos llevó a lanzar la fase IV y a ampliar la cobertura”, afirmó el director de Prosperidad Social, Pierre García Jacquier.
Adicionalmente, recordó que el programa está priorizando a los hogares “más pobres entre los pobres”, para que “mejoren sus oportunidades y no se queden atrás.
El jefe de la oficina de Promoción Social del Distrito, Víctor Medina, aseguró que “se tiene una línea de atención de madres, padres y beneficiarios registrados. Tenemos un importante punto de la zona de comidas del Mercado Público para que las personas puedan hacer el registro y sumarse a la recepción del subsidio de Familias en Acción”.
En la jornada estuvieron el funcionario del Distrito en representación de la alcaldesa Virna Johnson y los directores nacional y local de Prosperidad Social, Piere García y Hernando Henríquez.
El programa entró en su fase IV de operación después del cambio de metodología del Sisbén y en cumplimiento de lo establecido en el Conpes 3877 de 2016.
Esto obligó a diseñar un esquema que permitiera incorporar los cambios en la operación del programa, y garantizar a los actuales beneficiarios el tiempo para ajustarse a dichos cambios.
