Una tragedia es la que vive hoy la
familia Buelvas Carrillo, vecinos de barrio Hipódromo del
municipio de Soledad, en el Atlántico, a raíz de una ingesta sin medicación de
un purgante llamado ‘Quenopodio’.
Pedro Antonio Buelvas, jefe del
hogar, narró a medios locales que a finales del mes de enero, “por sugerencia
de amigos”, compró el supuesto medicamento en la glorieta de la calle 17,
hacia la salida a Santa Marta, y se lo suministró en casa a sus dos
pequeños: Cristian David, de 14 años, y Dayana, de 10. Además, Ericka
Patricia, su esposa, se tomó otra dosis para “limpiar el organismo”.
Sin embargo, según el hombre, los
resultados no fueron los esperados y sus hijos y esposa tuvieron que
ser trasladados hasta la Clínica Los Almendros de Soledad luego de
presentar complicaciones en su organismo.
“Yo les di el quenopodio como el 25
de enero, más o menos, y todos empezaron a sentir dolores
abdominales. Los llevamos a la clínica y los atendieron. El niño fue quien
presentó más complicación y falleció el 7 de febrero por una falla hepática y
falla respiratoria”, expresó Pedro Antonio.
En el caso de su mujer, el hombre
señaló que ella sufrió también padecimientos y estuvo hospitalizada, pero
“firmó un retiro voluntario para atender a los niños”.
Frente al supuesto medicamento,
Pedro dijo que lo compró por 3.000 pesos. “Se compraron dos sobres, uno se
lo tomó mi esposa y el otro lo dividí entre los dos niños”, recordó.
Hoy la pequeña Dayana, de acuerdo
con el hombre, está hospitalizada en la Clínica Los Almendros y aguarda por una
remisión aUCI pediátrica por diagnóstico de intoxicación, con
compromiso del hígado, alta posibilidad de falla
renal y dificultad respiratoria, los mismos síntomas que tenía el
hermano el cual falleció el día 7 de febrero.
ALERTA DEL INVIMA
Desde diciembre de 2017, el
Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, emitió
un boletín con la alertasobre la venta de este producto llamado
Quenopodio, comercializado en el mercado como ‘Drenador Hepático Quenopodio’.
Entre las irregularidades detectadas
con el producto, el ente identificó que: el registro sanitario no correspondía
al productor, por lo que este se consideraba “un producto fraudulento y su
comercialización en Colombia es ilegal”.
“Es importante recordar que los
productos sin registro sanitario pueden contener ingredientes que ponen en
riesgo la salud de quienes los consumen”, alertó en su momento el Invima.