Canta y no llores, así dice un pedazo de la bella canción ‘Las mañanitas’ popular en la ranchera, un género en vía de extinción que aun es preservado por charros y mariachis de Santa Marta; los mismos que por estos días en lugar de cantar y alegrar corazones, lloran por la crisis económica que viven a causa de la pandemia.
El Covid-19 les viene ganado la batalla a los mariachis que como en los duelos que cuentan los corridos de viejos charros, quieren desenfundar más rápido su arma y no dejarse vencer del virus que viene armado con hambre y desempleo.
Frente a la alcaldía de Santa Marta, con una serenata dirigida a Virna Johnson y con el temple que los caracteriza a todo pulmón las trompetas, las guitarras y triples, pidieron a la mandataria apoyo ante la situación que viven los músicos en Santa Marta.
Los mariachis viven rogando a la virgen de Guadalupe, patrona del país de la ranchera y a las del Carmen y Chiquinquirá que sus súplicas sean escuchadas.
Así como los mariachis, otros artistas y músicos de Santa Marta vienen sufriendo el azote del Covid-19 desde lo económico, miles de familias han pedido al Distrito apoyo para este sector.