Frente a un computador y la cámara encendida, Yoselín cumple los deseos de cientos de clientes que le dan click a su página para satisfacer deseos sexuales a través de la modalidad webcam, un sector de la economía que le ha ganado la batalla al Covid-19, sin necesidad de salir de casa o de un estudio.
Mientras que la mayoría de los sectores de la economía están de capa caída y hasta en la quiebra debido a la crisis provocada por la Covid-19, la webcam es uno al que el virus favoreció con sus coqueteos, pues va en repunte monetario.
Un computador, una cámara con la mejor resolución, la mejor disposición para complacer a sus clientes con fantasías, deseos e incluso charlas, es lo que se necesita para estar en el negocio, el cual a pesar de ser agotador, “es un negociazo”.
Yoselín Peña es una barranquillera con crianza en Santa Marta, ahora reside en Cali donde labora para AJ Estudios, una de las marcas más grande de modelaje webcam en Latinoamérica.
Asegura que desde que fue decretada la pandemia y el confinamiento se hizo obligatorio, los clientes y las ganancias han aumentado hasta en un 50%, pero también con eso las horas de trabajo, por lo que como ella ya lo venía haciendo, muchas de las mujeres que hacen parte de este mundo, han optado por irse a vivir a los estudios donde reciben a través de las plataformas a miles de clientes deseosos de atención.
AUMENTÓ LA PRODUCCIÓN
La pandemia según Yoselín ha aumentado sus ganancias hasta en un 50%, en su caso semanalmente su tope era de $1000 dólares, lo que se ha duplicado en varias ocasiones a causa que muchos clientes no solo buscan satisfacer deseos sexuales, sino también entablar charlas.
Una modelo podría producir en época normal dependiendo de su popularidad entre 2 y 4 millones de pesos, lo que se ha duplicado en esta época y además ha beneficiado el aumento en el precio del dólar.
“El estudio o la agencia para la que trabaja cada modelo, se establece una meta semanal en ventas, depende qué tan top seas o si eres novata es la suma que te pone tu estudio semanal (el 90% de los estudios le paga a sus modelos semanal) a manera personal, mi meta en dinero debe ser semanal 1000 dólares, pero desde que empezó la pandemia he doblado y hasta triplicado esa suma, el aumento del dólar y el flujo de usuarios han hecho eso posible”, dijo la mujer en una entrevista con SANTA MARTA AL DÍA.
Todo esto según Yoselín, se ha logrado gracias a que “si antes de la pandemia el flujo en mi sala era de hasta 1200 usuarios, ha aumentado considerablemente hasta unos 3000 usuarios diarios en mi sala”.
Asegura que no es fácil “3000 personas a las que debes darle toda tu atención, es muy agotador!! Casi siempre tenemos a una persona de apoyo”.
El negocio se ha disparado tanto que tanto en Medellín como en Cali donde se encuentra Yoselín y Bogotá, hay estudios donde los y las modelos se han ido a vivir para aprovechar el aumento de la demanda, y trabajar en condiciones óptimas, de estudio, la mayor cantidad de horas posibles.
Los estudios son casas adecuadas con varias habitaciones para que las modelos transmitan por turnos de seis a siete horas, aproximadamente.
NO TODO ES SEXO, PASARON A SER CONSEJERAS
Muchas de las modelos pasaron del erotismo a escuchar a las personas y ser consejeras de clientes del extranjero.
Los extranjeros, en su mayoría, cuando entran en confianza con las chicas webcam les manifiestan que se sienten solos y angustiados porque están lejos de sus seres queridos, que no tienen nada qué hacer y quieren conversar, encontrar una compañía al otro lado de la pantalla así sea simplemente para desahogarse, para sentirse escuchados y, al parecer, mucho mejor para ellos si quien oye sus infidencias es una desconocida, alguien ajena a sus vidas, que no los va a juzgar. Grande ha sido la sorpresa de muchas de estas chicas cuando algunos de sus conversadores clientes les confiesan que están en la lista de los ‘ponchados’ por el coronavirus y no saben qué hacer.
“Si, se ha aumentado la modalidad de entretenimiento para adultos en la webcam , debido a que las personas siempre buscan en que entrenarse y más si se trata de satisfacer sus necesidades y deseos ( fetiches ), aunque cabe resaltar que muchas personas que consumen esta modalidad , entran para tener citas y hablar con las modelos, que estarán allí dispuestos a tener una conversación”, precisó.
Muchos aseguran que las modelos hasta han cumplido hasta el rol de “sacerdote”, porque varios de los clientes buscan la forma de confesarse. Está claro que una de las muchas diferencias que las jóvenes webcam tienen con los párrocos es que no pueden perdonar los pecados de esos cristianos y más bien los inducen a cometerlos.