La trágica muerte cerebral de María José Ardila, de 23 años, tras participar en un concurso de licor dentro de una discoteca del sur de Cali, genera indignación y cuestionamientos por la aparente negligencia del establecimiento y la falta de control en este tipo de eventos.
La ciudad de Cali despertó conmocionada tras conocerse la muerte cerebral de María José Ardila, una joven madre de 23 años, quien sufrió un colapso fatal luego de participar en un reto de consumo de alcohol en una discoteca del sur de la capital vallecaucana.
El hecho ocurrió la noche del 28 de octubre, mientras la joven celebraba su cumpleaños junto a una amiga. Según el relato de su padre, Andrés Ardila, su hija aceptó participar en el concurso de licor con la intención de ayudar económicamente a su compañera, ya que el evento ofrecía un premio en efectivo.
El desafío, según los testigos, consistía en ingerir una cantidad excesiva de alcohol en pocos minutos, combinando varios tipos de bebidas fuertes. María José debía tomar una serie de tragos —entre ellos un “cucaracho”, cerveza, aguardiente y diferentes shots— sin detenerse ni derramar el líquido.
Las imágenes registradas por asistentes muestran que la joven comenzó a sentirse mal, a vomitar y finalmente sufrió una broncoaspiración que la dejó sin respirar durante 17 minutos. Fue trasladada de urgencia a una clínica, donde los médicos lograron reanimarla y mantenerla con soporte vital; sin embargo, el daño neurológico era irreversible.
Lea aquí: 15 años del caso Colmenares: la noche de Halloween que Colombia no olvida
“Nos dijeron que no había actividad cerebral. Era imposible que despertara”, relató su padre, visiblemente afectado.
Falta de reacción y posibles sanciones
El padre denunció que nadie del personal de la discoteca actuó de manera oportuna cuando su hija perdió el conocimiento. “Si alguien hubiera sabido qué hacer, tal vez estaría viva”, lamentó.
El secretario de Salud de Cali, Germán Escobar, confirmó que el establecimiento había sido inspeccionado en ocasiones anteriores y que ahora enfrenta una investigación sanitaria. “Aunque no hay evidencia de incumplimiento normativo, revisaremos si existieron prácticas riesgosas”, señaló.
La Fiscalía y la Secretaría de Seguridad también adelantan indagaciones para determinar posibles responsabilidades del local donde se desarrolló el concurso.
Una vida llena de sueños truncados
María José Ardila era madre de un bebé y tenía planes de viajar a Estados Unidos para reunirse con su esposo, quien reside en ese país. Su familia asegura que llevaba meses sin consumir licor y que trabajaba junto a su padre hasta dedicarse al cuidado de su hijo.
El dolor de sus seres queridos se intensifica al saber que la joven fue reanimada tres veces en la UCI antes de que los médicos confirmaran la pérdida total de su actividad cerebral.
“Fue muy duro tener que aceptar que no volvería. Mi hija dejó a su esposo y a su pequeño solos”, expresó su padre.
Jóvenes y riesgos del exceso
Según testigos, el concurso atrajo principalmente a jóvenes menores de 25 años, muchos de los cuales terminaron vomitando dentro del local por la cantidad de alcohol ingerido. El espectáculo, lejos de ser una celebración, terminó convertido en una escena de emergencia y descontrol.
Las autoridades sanitarias recordaron que la ingesta masiva de alcohol puede causar intoxicaciones agudas, fallas respiratorias y daños neurológicos irreversibles. “Una broncoaspiración, como en este caso, puede ser letal en cuestión de minutos”, advirtió Escobar.



 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 