Opiniones a favor y en contra del empresario rodean el mediático caso, donde se apagó la vida de seis personas que al día de hoy Gaira continúa llorando.
Hace un año Santa Marta vivió una de los peores accidentes viales de su historia reciente. Una camioneta que era conducida a alta velocidad embistió a siete jóvenes de los cuales seis murieron en la Troncal del Caribe, a la altura de la entrada a Gaira.
El proceso de captura, las audiencias y los testimonios de las víctimas estuvieron en las principales páginas de los medios locales y nacionales. La atención se centró en que el victimario es miembro de una familia pudiente del país: los Vives.
El caso no se basó incluso en la trágica muerte de seis jóvenes, los cuales tenían sueños y un camino por delante, sino en que el miembro de la familia poderosa pagara porque la justicia “para los ricos cojeaba”.
Hoy un año después esa certeza de que se hizo justicia para muchos es una fantasía, dado a que las opiniones están divididas. Enrique Vives fue condenado a 92 meses de prisión domiciliaria, luego de indemnizar a las familias de las víctimas con un seguro que había adquirido meses antes del siniestro.
Para algunos la justicia existió porque los familiares recibieron un dinero por la muerte irreparable de sus seres queridos y el empresario está privado de la libertad, aunque sea en su vivienda.
Por otra parte, algunos ciudadanos aseguran que no hay dinero que pueda reemplazar a los muertos, que la pena debió ser más alta dado a que fueron seis vidas las que se perdieron.
A continuación, Santa Marta Al Día recopiló una serie de entrevistas de ciudadanos que expusieron si para ellos se hizo o no justicia en el caso: