Solo hasta finales de 2021 se podría restablecer la dinámica económica de esta industria en Santa Marta.
La parálisis en la economía que sufre el mundo no ha sido ajena al sector turístico de la ciudad, que a manera de contraste analiza lo fructífero que fue el 2019 en materia de ocupación hotelera versus a lo opaco y delicado que se está mostrando el 2020 y con él, el 2021.
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Las playas llenas de bañistas, los creceros atracando, las lanchas en movimiento, los planes masivos de turistas para conocer el Parque Tayrona y el ecosistema de Minca, serán escenas que se suspenderán hasta que los efectos del Covid-19 desaparezcan, pues, los cálculos del gremio indican que la actividad deberá reinventarse o de lo contrario se mantendría en crisis.
Los actores de la cadena turística no ven con buenos ojos su futuro y queriendo ser los más optimistas esperan que a finales del próximo año la balanza económica recobre su equilibrio, ya que el miedo al contagio en las personas modificará los hábitos de viaje, reuniones e incluso comidas.
TURISMO, EL PRIMERO EN AFECTARSE Y EL ÚLTIMO EN RECUPERARSE
En la cadena de industrias afectadas por la contingencia del Covid-19 la primera en paralizarse fue la turística, dejando de percibir los ingresos de la temporada de semana santa que prometía un foro de hoteles en un 90%.
Iván Calderón, gerente de Pro-Rodadero, ve con dificultad la recuperación de las finanzas del gremio. Los cálculos no favorecen a la empresa, hoy hay miles de familias que perdieron sus ingresos desde que se decretaron la suspensión de vuelos y clausuras de playas.
“Esto está totalmente fraccionado, el turismo fue el primer sector de la economía que se afectó con la pandemia y lo que se vislumbra es que será el último en recuperarse, dado que el poder adquisitivo del ciudadano estrato medio y el extranjero, se ha visto golpeado”, dijo Calderón.
Asimismo el Gerente de la Promotora turística, analiza que ante la escasa circulación de dinero que habrá próximamente, antes que querer viajar las personas deberán cubri las necesidades primordiales. “Mis predicciones son que para octubre o diciembre los turistas locales activen un poco la economía. Los internacionales volverán en diciembre de 2021”, agregó.
Este panorama le hace suponer a Calderón que la solución para la hecatombe financiera que se avecina es que la medicina halle una vacuna porque de lo contrario las restricciones conservadas hasta la fecha imposibilitarán un despegue económico.
NADA VOLVERÁ A SER NORMAL EN EL TURISMO
La perspectiva de la hotelería sigue encuadrándose en lo difícil de la pospandemia. En solo 25 días que lleva el confinamiento obligatorio en el departamento, hay más de 4 mil trabajadores formales en sus casas porque las empresas han detenido su funcionamiento.
Omar García, presidente ejecutivo de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) capítulo Magdalena, precisa que en el imaginario colectivo se debe inculcar que nada volverá a ser lo mismo, por lo que la única forma para que sobreviva el turismo será que cambie sus métodos.
“El distanciamiento social no desaparecerá de los protocolos en hoteles, playas y restaurantes. El Rodadero por ejemplo, se le deberá establecer unos límites en la carga, los vendedores ambulantes no podrán salir todos al tiempo a trabajar, las carpas no se pondrán todas a la vez”, explicó García.
Pero otro aspecto que consideró el representante de Cotelco es la apertura constante del Tayrona, invitó a las autoridades indígenas de la Sierra Nevada a que consideren los cierres temporales en lo que resta del 2020 y en todo el 2021, ya que la llegada de extranjeros no se debe interrumpir en el próximo año.
POR MIEDO, NADIE QUERRÁ VENIR A SANTA MARTA
Darío Mosquera, líder de los guías turísticos de la ciudad, vive en carne propia el desierto del coronavirus. Pasó de ganarse $150 mil pesos diarios en los cruceros a pensar cómo hacer para comer y pagar los servicios públicos de su casa.
“¡Qué ironía! Nosotros nos alegrábamos cuando venían cruceros y para este año por el virus 12 de ellos dejarán de venir a Santa Marta, ¿Cómo hacer para que ellos quieran volver? Lo veo difícil”, especificó Mosquera.
Del mismo modo este operario del turismo indica que las medidas luego de la cuarentena no serán rentables para las empresas. También asegura que la activación del turismo va de la mano con la apertura de aeropuertos y terminales terrestres, y en la medida que esto tarde se postergará la recuperación económica.
OTRA MIRADA DE LA CRISIS
Isis Navarro, gerente del Instituto Distrital de Turismo (Indetur), hizo una lectura diferente de la situación, algo más esperanzador. Asiente que aunque el equilibrio de la empresa será paulatino, no será necesario esperar hasta el próximo año.
Navarro en sus augurios apunta que desde julio se darán una serie de periodos que irán reuniendo desde el viajero local hasta el que visita desde otro lugar del mundo, pero además, precisa que la vocación turística del Distrito no se agota en las playas, hay una proyección hacia lo rural.
“Hay un sector de la población internacional que no la ha golpeado fuertemente el virus y estos son los que llegarán primero a la ciudad. Hemos observado que las reservas internacionales para el 2021 han aumentado. La gente después que pase todo esto querrá viajar”, dijo Navarro.
La representante de Indetur apunta que desde julio de este año tomaría fuerza nuevamente el turismo con el personal más cerca de la ciudad, luego a finales de diciembre llegarán personas del interior del país y a principios del 2021 empezará la llegada de personal extranjero.
“Se ha logrado que Santa Marta no sea solo un destino de playa sino también de áreas rurales, este turismo va a tomar fuerza porque la gente no va querer estar donde hayan la aglomeración, sino visitar espacios como senderos y caminatas”, concluyó la funcionaria.
Aunque las versiones sean variadas, todas apuntan a que la recuperación del turismo se dará muy lenta, y aquel 96% de la ocupación hotelera que se presentó al inicio de 2020 tendrán que pasar varios años para que se vuelva a repetir.