Una samaria residente en New York a diario se encuentra con los terribles estragos del virus. Trabaja en un hospital y su testimonio da cuenta de la magnitud de una situación que los tomó por sorpresa.
En una ciudad donde los muertos se cuentan por miles es fácil desesperarse y perder la calma. La enfermedad del coronavirus ha creado una línea imaginaria que imposibilita seguir viendo salidas, pero no es para poco, solo en New York hasta este miércoles los contagiados ascendían a 47.439 y los decesos a 1.941. En solo 24 horas han fallecido 400 personas.
En ese desierto gringo reside una samaria que desde hace muchos años llegó a los Estados Unidos. Le ha ido bien, está amañada y trabaja en lo que en estos momentos es de vital importancia para el mundo, es enfermera que atiende casos de COVID.19.
Beatriz Hurley ha tenido que vivir en carne propia el drama de las personas que llegan al hospital donde labora padeciendo esta enfermedad. Pero este corto tiempo le ha permitido descubrir que el miedo no es el mejor consejero, y que una nutrición sana garantiza el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Hurley y su esposo vencieron el COVID-19, ella estuvo recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos donde libró una guerra con la pandemia. Hoy recuperada da su testimonio desde la óptica de quien lo padece y quien lo ayuda a combatir.
LA SORPRESA DEL VIRUS
“Para muchos esta pandemia era algo que podíamos ver desde las noticias, ¡Oh! China está pasando por eso. Entre médicos y enfermeros nos preguntábamos cuándo iba a llegar a nosotros, y jamás pensamos que eso fuera así, tan fuerte y masivo. Yo lo podría definir como un tsunami sanitario”, dijo Hurley.
Según Beatriz, el reto y la cave de un país como Colombia para superar el contagio de coronavirus es lograr establecer un estado de ánimo alejado del pánico y la desinformación, pero además el consumo elevado de vitaminas.
“Además de las medidas sanitarias tenemos que recurrir a las ingesta abundante de vitaminas para estar fuertes en esta batallas, porque en algún momento todos vamos a pasar por la enfermedad. Los casos en Colombia van a subir, porque este virus es una sombra que nos va a atacar”, agregó la samaria.
Todos los pacientes son propensos al contagio indicó la Enfermera, pero son más vulnerables todos aquellos que tienen una deficiencia previa en salud, tales como los hipertensos, diabéticos, pacientes de insuficiencia renal o VIH, este último ha posibilitado un número elevado de casos en New York.
“En New York nadie imaginaba que esto iba a ser tan grave, por lo que los niveles de contagio del coronavirus han sido muy altos. En un país como el nuestro donde se comparten tantos espacios públicos como el Transmilenio donde hay gran acumulación de personas, convirtiéndose en eje de propagación del virus”, continuó.
CUARENTENA: INTELIGENCIA NUTRITIVA Y SALUD MENTAL
Para la joven samaria, en este tiempo de confinamiento se debe ejercitar tanto la salud alimenticia como la mental, ya que existe un grave riesgo a despreocuparse en la cuarentena y contaminarse de comidas y contenidos desinformativos.
“Una de las cosas más bonitas que estamos haciendo es invitar a un nutricionista a que nos enseñe a subir las alcalinas, vitaminas y defensas. Tú puedes estar en cuarentena pero si tu nivel de nutrición no es el apropiado un COVID te puede mandar a la clínica. La cuarentena no es para comer comida chatarra. Además la hidratación es importante, porque en la deshidratación el pulso sube y el virus puede hacer fiesta”, agregó Hurley.
Por otro lado, la Enfermera argumenta que “está circulando mucha noticia amarillista que aumenta la ansiedad, personas que mentalmente destruidas con tanta desinformación, y aunque sea un virus muy serio la gente debe tomárselo con calma. El pánico está siendo esto más difícil”.
ME PREOCUPA LA INFANCIA DE MI PAÍS
Beatriz cuenta la experiencia de los casos atendidos y reconoce que en los Estados Unidos la infancia recibe suplementos alimenticios en las escuelas que complementa la dieta de la casa y esta nutrición los hace meno fáciles a la pandemia.
Conociendo algunos casos de desnutrición en La Guajira le preocupa la situación. Adicionalmente recomienda a que en cada casa haya un termómetro, pues, las fiebres superiores a 38 grados pueden ser combatidas de inmediato con acetaminofén.
Beatriz Hurley hace un llamado a la sensatez y a la calma de sus paisanos, porque el miedo puede ser más letal que la misma enfermedad.