Sentada en una silla, sin poder acostarse porque no soporta el dolor ni permanecer acostada porque sus pulmones no responden, permanece una mujer en Santa Marta que está a la espera de unos resultados de laboratorio que definirían que tipo de quimioterapia sería la mejor para controlar su cáncer.
Se trata de María Castaño, quien padece de un cáncer renal que por las demoras de los constantes estudios hechos en clínicas y las demoras de la EPS Sánitas, no ha podido recibir tratamiento por quimioterapia.
La misma demora y el diagnóstico quizás tardío ha generado una metástasis en sus pulmones.
Hoy su vida depende de la llegada rápida de un resultado de laboratorio, que ni su misma familia sabe como se llama.
Con oxígeno permanente y con una esperanza, ” salir de esa”, se está a la espera de la pronta respuesta de la EPS Sanitas.
De urgencia en urgencia y con el diagnóstico condenable a perecer de los médicos, la familia de María Castaño, está a la espera de la piedad de Dios y que el corazón de los que manejan la salud, se despierten, hagan metástasis en su piedad y dejen dormir un rato el hambre de dinero.