Daniel Galán se despide del Grand Slam de Wimbledon

El mejor tenista colombiano en sencillos no consiguió vencer a su rival en segunda ronda y terminó su paso por el gran torneo de césped.

Aún con la derrota no hay nada que reprocharle al colombiano, quien se enfrentaba al número 27 del mundo y siembra 23 del torneo, el italiano Lorenzo Sonego, siendo Galán el 112 en la actualidad.

Pese a la gran diferencia en el ranking mundial de la ATP, el bumangués de 25 años le jugó de ‘tu a tu’ al europeo, quien no la tuvo fácil y estuvo cerca de ser derrotado por el tenista nacional. Luego de casi tres horas de partido Lorenzo Sonego se llevó la victoria sobre Daniel Galán, dejando parciales de 4-6, 6-3, 7-6(3) y 6-1.

El nortesantandereano mostró un grandioso nivel ante el europeo, pero pagó caro el no estar ‘fino’ con su saque en los momentos clave; situación que no le pasó a su rival, quien supo aprovechar su gran saque para hacerse con el cupo a la tercera ronda del Grand Slam.

Cabe recordar que si el colombiano hubiera accedido a la tercera ronda en Wimbledon habría igualado su mejor actuación en un Grand Slam, por lo hecho en el año 2020 en el Roland Garros, donde cayó en tercera ronda contra el mejor del mundo, el serbio Novak Djokovic.

“Últimamente he estado mucho mejor, he perdido partidos apretados contra buenos jugadores, con quienes he tenido oportunidades pero muchas veces no logro confirmar. Se me escapan partidos que te hacen cambiar, por ejemplo, de estar en la segunda semana en un torneo. Son pequeños detalles de regularidad y confianza. Saber que puedo ganarles: sí, ellos juegan bien; pero yo también juego bien”.

Daniel Galán post partido

Por ahora Galán seguirá buscando ingresar al tan anhelado top 100 del mundo, puesto que se la ido escapando pese a hacer muy buenos partidos contra jugadores top. La siguiente parada para la mejor raqueta nacional será la próxima semana el Challenger de Salzburgo, en Austria, torneo con terreno sobre polvo de ladrillo. Luego, su camino será el la qualy del ATP 500 de Hamburgo, en Alemania.

Por: Pablo Esteban Gómez Linero