Desde Fenalco afirman no conocer con claridad las medidas y acuerdos para la venta y compra de productos.
Este lunes 26 de septiembre el gobierno nacional de Colombia dará apertura a la frontera con Venezuela, la cual se encontraba cerrada desde el 19 de agosto de 2015 tras una orden del presidente Nicolás Maduro.
Esta decisión binacional, sin duda es un paso gigante en el restablecimiento de relaciones comerciales con el vecino país, lo que traerá un impacto en diferentes sectores, que están haciendo uso de la mano de obra venezolana.
En la capital del Magdalena, también hay gran expectativa puesto que el gremio de comerciantes afiliados a Fenalco, esperan que la decisión traiga más puntos positivos que negativos.
“Como gremio lo hemos comentado en varias ocasiones, que es muy importante conocer con anticipación, qué medidas tiene pensadas el gobierno nacional, para que ante esta apertura de la frontera se garanticen las condiciones de trabajo digno y decente, no solo para los migrantes, sino también para los residentes”, informó Angélica Silva, directora de Fenalco.
Desde hace siete años, en Santa Marta se ha podido percibir el arribo masivo de ciudadanos venezolanos, los cuales, a febrero de 2022 según datos de Migración Colombia, llegaron a las 57.046 personas, quienes llegan con la ilusión de emplearse en algún sector, para brindarle alimento o techo a sus seres queridos.
Sin embargo, las condiciones migratorias no les permiten acceder a empleos formales, por lo que, ante la necesidad, acceden a salarios bajos, en muchos casos tratos inhumanos y jornadas laborales mayores a las 8 horas.
“Estas personas suelen emplearse especialmente en el sector gastronómico, en el área de belleza y servicios, pero una gran mayoría también no encuentra condiciones dignas y terminan invadiendo el espacio público dedicándose a la venta ambulante”, agregó Silva.
La reapertura se realiza a las 10 de la mañana, y los empresarios esperan que esto no afecte los comercios locales, puesto que años atrás se podía percibir los productos venezolanos como mayonesas y mantequillas en los estantes de las tiendas y graneros.
Sin embargo, desde Fenalco se analiza esta situación desde otra perspectiva, teniendo en cuenta la crisis económica por la que atraviesa el vecino país, y que dichas empresas productoras no tienen las mismas capacidades productivas.
“La producción en Venezuela ha tenido una crisis muy clara, y es muy difícil que sus productos en este momento puedan llegar al país como lo hacían en años anteriores”, puntualizó.
Finalmente, el gremio de comerciantes espera que esta decisión genere un adecuado impacto en la economía local, generándose fuentes de trabajo formal con condiciones dignas; además se espera, al igual que en años anteriores que el sector que más saque beneficio de estas buenas relaciones entre los dos países a nivel local, sea el turismo.