Un recorrido por el Centro Histórico sobre el Callejón del Correo, camino al Parque Santander (De los Novios) adelantó la secretaria de Desarrollo Económico, Isis Navarro, revisando detalles de lo que sería la logística para la apertura de restaurantes en Santa Marta.
La posible apertura de restaurantes pondría en la mesa la posibilidad de activar más de 700 empleos en Santa Marta a quienes dependen del sector gastronómico.
Todo esto, luego de la respuesta del Ministerio del Interior a la propuesta de un Plan Piloto para la apertura de establecimientos gastronómicos con los protocolos debidos de bioseguridad.
La posibilidad de la apertura se daría haciendo réplica a otras ciudades donde el servicio se viene prestando en el espacio público e incluso con los establecimientos que cuentan con terraza para la atención de los comensales.
A la fecha en todo el centro histórico hay 32 establecimientos que abrirían sus puertas y en toda la ciudad incluyendo El Rodadero, hoteles y centros comerciales con plazoletas 70 establecimientos.
Isis Navarro, secretaria de Desarrollo Económico indicó que, “con eso estaríamos activando alrededor de 700 empleos en las diferentes zonas de la ciudad”.
Sobre esto, la funcionaria adelantó un recorrido por las zonas de apertura, el Callejón del Correo y el Parque de Los Novios, donde estuvo revisando la posibilidad de utilizar parte del espacio público para la atención de las personas.
En el recorrido le explicó a SANTA MARTA AL DÍA, cada una de las características y lo que se tendrá en cuenta para evitar que esta actividad se convierta en un foco de contagio.
“Estamos trabajando, hemos venido articulados con los diferentes gremios de la ciudad y tenemos definido un plan de cuatro etapas que arrancarían con los establecimientos gastronómicos que cuentan con plazoletas o que pueden vender sus comidas al aire libre”, dijo Isis Navarro.
Añadió que todo se daría responsablemente, “de manera que podamos evitar aglomeraciones y de esta forma el virus tenga menos posibilidades de transmitirse de una persona a la otra”.
CARACTERÍSTICAS
Luego de la respuesta que entregue el Ministerio del Interior, el Distrito procedería a la apertura de 70 establecimientos en tres zonas de la ciudad.
Entre ellos 32 en el Centro Histórico, otros en El Rodadero, los centros comerciales Zazue, Arrecife y San Pedro, así como los hoteles Irotama y otros en la ciudad.
Esta actividad se realizará articulada con varias secretarías del gobierno de Virna Johnson, teniendo en cuenta que se debe hacer algunos cambios en la movilidad y el espacio público en las zonas donde se dará la apertura.
Se abre la posibilidad que haya una modificación al decreto de aislamiento y al toque de queda los sábados, teniendo en cuenta que los comerciantes han solicitado permitir apertura de locales los sábados, hasta las 4:00 de la tarde.
La apertura de los restaurantes de lunes a viernes, se daría todo el día hasta las 7:30 de la noche, media hora antes de iniciado el toque de queda nocturno.
Esto abriría otra puerta, con previa reserva y presentando dicha acreditación, a que núcleos familiares podrían ir a los establecimientos solicitados para disfrutar del espacio.
“Estamos a la espera de en qué condiciones nos modifica el Ministerio del Interior, para ver si hay algún tipo de modificación del decreto de aislamiento”, dijo Isis Navarro.
Pero añadió que “el toque de queda no se ha contemplado en moverse, estamos evaluando una propuesta de los comerciantes que consiste en la apertura de los días sábados de todos los sectores comerciales”.
LOS COMERCIANTES
Varios de los comerciantes que tienen negocios en esa zona de la ciudad y aun se han sostenido con domicilios como alternativa de no desaparecer, aseguran estar satisfechos y que pondrán todo su empeño para abrir al público.
“Es difícil la situación, pero creo que con este plan que ha ideado el Distrito, podremos salir adelante”, dijo uno de los propietarios de restaurantes.
Todo está servido para la posible apertura que se convierte en un jugoso plato, para la reactivación económica de un sector que ha probado el amargo sabor de la quiebra que dejó la pandemia.
