La dotación recibida por el personal médico y administrativo del establecimiento penitenciario ratifica el cumplimiento de los procesos de inclusión y el compromiso institucional con las problemáticas del territorio.
Con el propósito de evitar la propagación del COVID-19 en el Centro Carcelario de Santa Marta, la Universidad del Magdalena, en un acto altruista, entregó más de 400 jabones en barra antibacteriales, 20 máscaras de protección personal y 50 batas quirúrgicas para las personas privadas de la libertad, el cuerpo médico del establecimiento penitenciario y funcionarios del Inpec.
La iniciativa liderada por el programa PRISMA establecido entre esta Casa de Estudios Superiores y el INPEC Santa Marta, convierte a la Alma Mater en la primera institución departamental que realiza este tipo de dotación hacia los miembros de la cárcel distrital.
Actualmente, la cárcel “Rodrigo de Bastidas” no tiene casos confirmados por el virus. Sin embargo, para el personal del centro penitenciario es una ayuda significativa que impide su llegada. “Es un apoyo enorme que recibimos de la Universidad porque los recursos son escasos y limitados por la pandemia, acá hay población vulnerable, embarazadas y adultos mayores. Con esto ayudamos a que no se propague esta enfermedad tan grave para todos”, aseguró Leslie Gongora, médica del centro carcelario.
Cabe resaltar que para la adquisición de los elementos entregados se contó con el apoyo de la Fundación Unión y Acción y el aporte de ingenieros samarios egresados de la Institución que diseñaron mascaras antifluidos con impresión 3D.
El Teniente Coronel Pedro Hugo Ángel Gómez, Director del ESPCM de Santa Marta, describió la gran satisfacción de recibir estas herramientas para la población carcelaria. “Agradecemos a la Universidad porque cualquier ayuda para nosotros es importante, esto aporta a mitigar el riesgo del contagio y complementa las estrategias de educación en el lavado de manos que implementamos con todos los PPL”, indicó.
La entrega de los implementos de protección personal fue realizada por integrantes de la Oficina Asesora de Planeación de la Alma Mater, quienes cumplieron con el protocolo de seguridad para ejecutar la respectiva dotación. “Conocemos de cerca el alto índice de hacinamiento de la cárcel de Santa Marta, más de 1200 internos y esto significa que debemos hacer un esfuerzo institucional para aportar a la problemática y evitar el contagio del coronavirus”, señaló la psicóloga Carolina Rueda Quinto, Coordinadora del Programa PRISMA.
Estas acciones se suman a otros procesos que lidera Casa de Estudios Superiores, a través del Programa Integral de Intervención Social en la Prisión de Santa Marta, al establecer estrategias que permitan a los privados de la libertad continuar en contacto con sus familias gracias a las TICs y el desarrollo de las audiencias virtuales. Asimismo, brindar asesoría jurídica-penal, servicios en salud y odontológicos, orientación en proyectos productivos y emprendimiento, así como espacios de capacitación en diferentes áreas del conocimiento.
La Alma Mater, bajo el liderazgo del Rector Pablo Vera Salazar, viene desarrollando numerosas estrategias de resocialización con las personas privadas de la libertad, acciones que siembran inclusión y ratifican que para esta Casa de Estudios Superiores la gente es lo primero.