Las autoridades sanitarias insisten en el autocuidado y la vacunación como principal mecanismo para contrarrestar el coronavirus y establecer un punto de equilibrio económico .
Según la Organización Mundial de la Salud, la nueva variante Ómicron hace presencia en más de 100 países del mundo, y desde la semana anterior Colombia hace parte de ese listado con 2 ciudades de vocación turística y unas de las más golpeadas económicamente por la pandemia: Cartagena y Santa Marta. Para el caso de la capital del Magdalena, cuyo PIB en su 11% lo genera el turismo, las alarmas se encienden pero esta industria se niega a volverse a resquebrajar.
Son algo más de 35 mil personas que viven de las actividades turísticas, sin contar otras paralelas y complementarias como bares, discotecas y restaurantes. La nueva cepa es para preocuparse, dicen los expertos, pero no para perder el control y entrar en pánico porque si bien es una mutación del virus, la peligrosidad sigue siendo la misma, mientras que la probabilidad de contagio sí es alta.
Y ante este panorama, cuando el país entero ponía los ojos en Santa Marta, los empresarios y dinamizadores de la economía no dejaban caer reservas hoteleras y planes vacacionales de viajeros que sintieron temor por el hallazgo del Instituto Nacional de Salud. Cuando el común denominador creyó que esto significaría una baja de visitantes las cifras han demostrado lo contrario, los principales balnearios de mar y río han cumplido sus afros, y las expectativas de 350 mil turistas en las próximas 3 semanas siguen vigentes.
Por estas condiciones positivas para el cierre y comienzo de año, las autoridades sanitarias insisten en el autocuidado y la vacunación como principal mecanismo para contrarrestar el coronavirus y brindarle un compás de espera para que la economía pueda encontrar un punto de equilibrio y se mantenga en ascenso, porque si con las restricciones del inicio de la pandemia fueron millonarias las pérdidas, los pronósticos auguran que con unas nuevas medidas como confinamientos estrictos como está ocurriendo en otras zonas del mundo, la debacle financiera para la ciudad sería irremediable.
