La llegada de la Tormenta Tropical Melissa al Caribe colombiano mantiene en alerta a Santa Marta y a los municipios del Magdalena, donde el fuerte oleaje, los vientos intensos y el aumento en el caudal de los ríos han activado los planes de emergencia de las autoridades ambientales y de socorro.
En la tarde del miércoles, los efectos de la Tormenta Tropical Melissa comenzaron a sentirse con fuerza en el balneario de El Rodadero, en Santa Marta, donde las fuertes brisas y el oleaje elevado obligaron a los pescadores a sacar sus lanchas para evitar que fueran hundidas por las olas.
El fenómeno, que se desplaza por el Caribe colombiano, ha provocado preocupación entre residentes y turistas que presencian cómo el mar golpea con fuerza la costa samaria.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó que Melissa registra vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora y que existe una alta probabilidad de intensificación hasta convertirse en huracán.
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Ante este panorama, la entidad declaró vigilancia permanente desde La Guajira hasta el Magdalena e instó a los organismos de gestión del riesgo a activar los planes de contingencia y reforzar la atención en zonas de alta vulnerabilidad.
En el departamento del Magdalena, los ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta ya presentan incremento en sus caudales, lo que eleva el riesgo de desbordamientos y deslizamientos de tierra en los barrios y veredas ubicados cerca de los afluentes.
En Santa Marta, el cielo gris y los vientos constantes fueron el preludio de la jornada. A medida que Melissa se aproxima, las nubes oscuras cubren el horizonte y el mar Caribe muestra un comportamiento inusual, reflejando la tensión de una ciudad que se prepara para un posible temporal prolongado.
