La aplicación de las fonomímicas ha tomado tanto auge en esta cuarentena, que pasó de ser una forma de quemar el tiempo a convertirse en herramienta pedagógica.
El confinamiento obligatorio ha sacado a relucir el ingenio y creatividad de muchos realizadores de contenidos digitales para mantener entretenidos a los cibernautas, que aunque no han cambiado de escenario sí requieren innovación. En casa no queda de otra sino publicar imágenes de TBT, aunque no sea jueves, porque las fotografías en playa, centros comerciales y parques están suspendidas.
Pero esta misma estrategia de innovación se ha trasladado al campo de la educación, un sector que en Colombia apenas se adapta a los contenidos multimedias, un cambio tan urgente para el desarrollo intelectual. Y así como se pasó de la tiza y las viejas pizarras a los marcadores y tableros acrílicos, hoy se necesita implementar nuevas herramientas para la enseñanza.
Porque en esta etapa de selfie, IGTV, transmisión por streaming y hasta video llamadas, es menos complicado dar las clases. Y en esta amplia ecología de canales ha aparecido un nuevo protagonista, el Tik Tok.
Nadie sabe cómo se viralizó, lo cierto es que hoy es una de las redes sociales más consultadas. Tiene orígenes chinos, como el COVID, y desde 2017 empezó a ponerse de moda. En 2018 logró tener 75 millones de descargas y solo fue en 2019 donde se empezó a usar en Europa masivamente. En América no existía en la parrilla de entretenimiento hasta hace muy poco, ahora con los miles de videos graciosos grabados se ha vuelto popular.
Imitaciones de Diomedes Díaz, protagonistas de películas y series de dibujos animados están más de moda que los mismos tapabocas.
¿GÉNESIS DEL TIK TOK?
No es descabellado buscarle un inicio a esta tendencia digital. En años anteriores los de la vieja guardia recordarán las llamadas fonomímicas que tocaba hacer en los actos culturales de la escuela. No faltaba el que imitaba a Juan Gabriel, Patricia Teherán, Michael Jackson y otros músicos criollos de la época. Hacer sus gestos sin tener su voz era muy agraciado y aplaudido.
Este fenómeno primitivo es considerado por el Magister en comunicación Eduardo Marín, como la versión análoga del Tik Tok, que si bien dista mucho de la metodología actual eran los primeros pininos de la mímesis que hoy se emplea.
Para Marín existe una cadena evolutiva de la red social, y establece como punto de partida del Tik Tok a un par de personajes filipinos que se hicieron virales hace 11 años en youtube por imitar a diferentes artistas, Momoy y Palaboy. Con más de 27 millones de reproducciones y 631 mil suscriptores, son la pieza de arranque, a juicio del académico, para esta plataforma.
CÓMO SE EDUCA EN TIK TOK
Marín Cuello confiesa que personalmente usa Tik Tok para pasar el rato, pero como docente universitario esta aplicación es su aliada para impartir conocimiento. Analiza el auge del doblaje como un efecto adjunto a la disponibilidad de tiempo para el ocio.
“Yo le atribuyo ese éxito a la cantidad de tiempo libre que tienen las personas, que no solo son jóvenes, ya que ha trascendido barreras generacionales. Los usuarios de esta red no están asociadas al mundo de la fama y el espectáculo, y aún así apelan a estas formas de distracción”, agregó el Magister.
En temas de imitación esta plataforma ofrece innumerables opciones útiles para los usuarios, son miles de maneras entretenidas de llevar un mensaje. El profesor Eduardo analiza la flexibilidad de la página y asegura que este tipo de espacios ofrecen más que el simple entretenimiento.
“En Tik Tok las personas han construido un mundo de saberes. Hay quienes publican tutoriales de cómo tomar una buena foto, por ejemplo. Abogados analizan casos en sus cuentas explicando procedimientos judiciales, que parecen ser triviales pero aquí se aclaran de mejor manera.
Tik Tok facilita que los estudiantes comprendan lo que los docentes queremos transmitir, utilizando esos tutoriales como formas de enriquecer una teoría principal que se imparte. En esta plataforma se pueden sustentar temáticas con creatividad y masiva difusión”, puntualizó el experto.
Por lo que muestra esta cuarentena, Tik Tok seguirá acompañando a la humanidad con sus retos y doblajes. Pero además será una biblioteca moderna de conocimiento. En el mundo ya son más 500 millones de suscriptores.