La sobreoferta de taxis en una ciudad pequeña, lo mismo que la piratería por particulares, son otros factores negativos cintra ese sistema de transporte.
Los planes establecidos por las autoridades de Policía y los Organismos de Seguridad del Estado, más las previsiones de los conductores, ha sido fundamental para que la inseguridad no siga afectando en gran proporción al gremio de taxista que laboran en las calles de la ciudad de Santa Marta.
Hoy en días lo atracos a este sistema de transporte unipersonal ha decrecido considerablemente, sin embargo, el encerramiento de la gente por efecto de la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus o Codvi 19, los está haciendo pasar una situación dura y difícil.
En la jurisdicción del Distrito de Santa Marta hay un total de 3.584 taxis debidamente registrado en la Secretaría de Tránsito del Distrito de Santa Marta, perteneciente 8 empresas, de los cuales 2.300, es decir el 30 por ciento del total, sale diariamente a trabajar, encomendándose a muchos santos especialmente al Virgen del Carmen, patrona de los conductores.
Como todos los representantes de un sector de la economía nacional, los taxistas samarios se quejan de la mala situación que están padeciendo. Prácticamente están trabajando para pagar la cuota diaria que el propietario del vehículo establece y en muchos casos, se van para sus casas con los necesario para sobrevivir.
Bajo esta premisa, una vez más, hicieron un vehemente llamado al Gobierno Nacional para que interceda por ellos ante las entidades financieras a fin de que se le condone temporalmente la deuda que tienen con los bancos por la compra a créditos de los vehículos, los cuales en esta situación no pueden pagar al día.
Básicamente, un taxista debe hacer un promedio diario de 180 mil pesos, para poder subsistir ‘en este valle de lágrimas’ como llamaron la situación que están padeciendo. De ese capital entre 70 y 100 mil es la cuota diaria a pagar al propietario del vehículo, el cual se debe entregar tanqueado y lavado y para eso hay que destinar entre 60 y 70 mil pesos, quedando al conductor sólo 20 mil pesos.
“La situación del gremio es brava, dura y difícil. La mayoría debe los vehículos y en muchos casos no se puede tender a tiempo esta obligación”, dijo Daniel Gil Wagner, vocero de un sector de los taxistas de Santa Marta, quien advirtió que prácticamente en estos momentos no es rentable el negocio, “porque no se está ganando nada”.
Al gremio también le preocupa el grado de accidentalidad que en muchos casos se registra en la ciudad por la sobre oferta de carros en las calles. El taxista al ver transcurrir el tiempo y no tener la cuota lista se desespera y ese estrés lo conlleva a cometer infracciones y en muchos casos a sufrir de accidente de tránsito.
Los conductores consultados, pidieron una acción severa contra la competencia desleal que se presta a través de la piratería por parte de vehículos particulares y los mototaxistas. “Ese también es un factor que influye negativamente en el bienestar del conglomerado”, advirtieron.
Destacaron la ventaja del taxímetro, porque ahora ningún conductor se niega hacer un servicio donde el pasajero se lo solicita, siempre y cuando en el sector existan normas de seguridad y lo más importante de este caso, es que se cobra lo esencial, lo que marca el taxímetro.
Finalmente, el gremio lamentó que, por las mismas normas de seguridad para evitar la propagación del coronavirus, el turno nocturno se perdió, porque ya nadie sale a rumbear por las noches y los conductores mayores de 70 años le está prohibido trabajar.
NORMAS DE BIOSEGURIDAD
Atendiendo las recomendaciones del Gobierno Nacional a través del Ministerio de Salud para tender la pandemia por efecto del coronavirus, el sector del transporte individual de la ciudad, también asumió por cuenta propia el establecimiento de las normas de seguridad en materia de salud, para evitar que el pasajero se infecte.
“A su propio costo, los conductores han hecho una división dentro del vehículo para aislar al pasajero y a la hora de llegar al sitio de destino, se le ofrece desinfección con alcohol y gel para que el usuario esté seguro”, sostuvo a su turno Alex Pérez, conductor del sistema de una de las empresas de taxis de la ciudad.
