Propietarios de apartamentos han decidido vender lo que por años les costó conseguir, por el miedo a que el mar arrase con todo y se queden sin nada.
En silencio absoluto los habitantes del sector de Playa Salguero, sur de El Rodadero, han evidenciado como poco a poco el mar les ha ido comiendo metros de playa acercándose a la zona urbanizada; al punto de que en varios edificios las olas solo están a 5 metros de longitud de tocar la estructura.
El sueño anhelado de tener una vida tranquila frente al mar, de ver los atardeceres y de levantarse con el roce de la brisa en las mejillas, se ha ido esfumando en el pensamiento de los propietarios de los apartamentos de esta zona.
Ahora ese sueño ideal ha sido reemplazado por miedo y zozobra, dado que la erosión costera que se vive en este sector exclusivo de Santa Marta avanza a pasos agigantados ante la mirada de todos, pero sin la acción oportuna de nadie.
Este fenómeno natural ha ocasionado la migración de varios dueños de apartamentos, quienes han preferido vender sus propiedades a “buen precio” mientras se puede, y no esperar que sea demasiado tarde y queden con las manos vacías.
Así lo confirmó José Luis Linero Celedón, un hombre que lleva más de 15 años administrando edificios en Salguero y quien ha vivido en carne propia como sigilosamente se ha migrado por temor al imponente mar.
“La erosión costera es un tema cotidiano de todos los edificios de la zona, sobre todo los que estamos en primera línea porque diariamente la erosión avanza un poco más. Hay gente que ha preferido vender porque han dicho que esto va a complicarse”, afirmó José Luis.
Al paso que avanza el proceso erosivo los ambientalistas le dan un año para que el agua toque los edificios, lo que originaría una evacuación de más de 10 edificaciones que están cerca de la orilla.
Cabe destacar que, este sector de la ciudad le aporta a la administración local más de 5 mil millones de pesos anuales en impuestos, que aseguran no se ven reflejados en inversiones.
Son muchos los afectados
Los dueños de apartamentos no son los únicos afectados por la erosión, los vendedores y carperos de la playa han visto reducidos sus ingresos por causa de la disminución del espacio de comercio.
80 vendedores y 30 carperos, cuyo sustento y el de sus familias depende del dinero que día a día se rebuscan en este sector, temen que el mar arrase con su lugar de trabajo y ya no tengan cómo sobrevivir.
“Se han reducido las ventas, ya no pueden colocar la misma cantidad de carpas, no es la misma cantidad de gente porque no hay dónde meterla y se deben guardar los protocolos de bioseguridad”, manifestó Suleima Rivadeneira, vendedora.
Según cuenta Suleima, hace un par de años se colocaban 10 carpas por carpero y ahora solo pueden colocar seis y a los trabajadores les toca turnarse para ofrecer sus servicios, dado que todos no caben en el mismo lugar.
La preocupación de esta población que vive del rebusque es evidente, por lo que le han pedido a la Alcaldía de Santa Marta que los capacite en otras actividades productivas, para así poder tener cómo defenderse en caso de no poder volver a trabajar en la playa.
“Será ahorcarme porque yo me defiendo es con esto para llevarle el sustento a los hijos míos. Las autoridades deben buscar una solución, porque para todo hay solución”, expresó con el ceño fruncido Jarlin Villero Frutos, vendedor de cocadas.
¿Qué se ha hecho para detener este proceso erosivo?
Arieh Kapla, un bogotano amante de Santa Marta y quien reside en la ciudad hace algunos años, decidió emprender una lucha con las autoridades para que pongan sus ojos en Salguero.
Hace 6 años creó el colectivo ‘Salvemos nuestras playas’ enfocado en este sector de El Rodadero, con el propósito de gestionar con las autoridades marítimas y administrativas las acciones necesarias para frenar el proceso erosivo.
Sin embargo, Kaplan afirma que desde el 2019 la colectividad propuso con una dependencia de la Dimar hacer un estudio que costaba, en esa época, 160 millones de pesos, que arrojaría las acciones que se debían emplear para frenar el fenómeno. Pero a la fecha no se tiene respuesta.
“No hubo respuestas positivas ni de la Alcaldía, ni le de la Oficina de Gestión del Riesgo. Nos tocó entablar una tutela que entre idas y venidas falló a nuestro favor, con el compromiso de que la Ogricc pagara ese estudio”, cuenta Kaplan.
El ambientalista manifiesta que en ese tiempo desde la administración distrital se dieron 25 millones de pesos y se alcanzaron a hacer estudios.
No obstante, cuando hubo cambio de año pidieron una cotización porque ya era diferente el presupuesto y el estudio se subió a 200 millones de pesos.
Pese a las insistentes llamadas que ha hecho el colectivo, propietarios, administradores de edificios y demás entes involucrados, aseguran que no han obtenido respuesta de la Alcaldía.
“No podemos seguir ocultado que la fuente de ingreso de Santa Marta es el turismo y sus atractivos son las playas. Los turistas vienen a las playas motivados por lo que anunciamos que son las mejores playas de Latinoamérica y eso es mentira. La muestra es Playa Salguero”, aseveró Kaplan.
¿Qué dicen las autoridades?
Santa Marta Al Día dialogó con el jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres -Ogricc-, Jorge Lizarazo, quien expuso que avanzan en los estudios que permitirán determinar las acciones necesarias para hacerle frente a la problemática de erosión costera en Playa Salguero.
“Esperamos que los ingenieros hidráulicos y ambientales nos entreguen los resultados. Los estudios se basan en una metodología que incluye el levantamiento topográfico y batimétrico para analizar sesiones de terreno a partir de la orilla del nivel medio del mar”, afirmó Jorge Lizarazo.
El secretario aseguró que es falso que los estudios se estén realizando hace tres años, “esas afirmaciones son infundadas y malintencionadas”.
Lo cierto es que los residentes de Salguero no piensan quedarse con los brazos cruzados ante una emergencia, por lo que han advertido que harán lo necesario para proteger sus viviendas.
“En una reunión que tuve con el capitán de la Dimar le expresé que en el momento que el mar nos tocara el edificio, con multa, sanción o lo que fuera vamos a llenar esto de piedras. Porque no nos dejan hacer nada y no podemos permitir que el mar se meta y acabe con todo”, puntualizó José Luis Linero, administrador de edificios.
Mientras están listos los estudios y se ejecutan los habitantes de este sector viven entre el miedo y la zozobra de que los levanten en la mañana para que evacuen sus casas, dado que nada ha podido frenar las arremetidas del mar.
