Los ataques que ha recibido la Superintendencia de Salud de “súper-corrupta” y “politiquera”, por su intervención al hospital Julio Méndez de Santa Marta, parece contrarrestarlos con cifras positivas. En un informe presentado en su página web, el ente regulador informó que en 10 meses de intervención en la ESE Alejandro Próspero Reverend corrigió su rumbo en lo financiero, administrativo y asistencial.
En lo administrativo se ha puesto al día la nómina que se debía a los trabajadores, correspondiente a 2018 y 2019, por un valor de 200 millones de pesos. También en temas de personal, se disminuyó de 466 a 257 el número de contratistas y ya no existe vínculo con cooperativas.
La mayor oferta de servicios posibilitó un fortalecimiento en materia contractual con los aseguradores a una mejor tarifa. Esto redundó en un aumento de la facturación, que subió de 2.675 millones de pesos en el momento de la intervención, a 3.039 millones de pesos al cierre de abril de 2020.
Asimismo, se gestionó ante el Gobierno Nacional la asignación de 5.500 millones de pesos a través del Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud (Fonsaet), recursos que serán utilizados para cubrir el pago de las deudas que ascienden a 17.908 millones.
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— Supersalud (@Supersalud) May 21, 2020
“UN CAMBIO EXTREMO”
La Supersalud se vistió de cirujana y en su informe indicó que hasta hace un año la ESE Alejandro Próspero Reverend no había suficientes insumos ni medicamentos, una cita con un médico general se tardaba más de 20 días, los rayos X carecían de licencia y las finanzas mostraban números negativos con deudas por más de 17.000 millones de pesos.
Debido a estas, y otras deficiencias administrativas, asistenciales y financieras, la Superintendencia Nacional de Salud decidió hacer la intervención para administrar el 5 de julio de 2019. El objetivo era trabajar en el rescate de este hospital para que volviera a garantizarles los servicios con oportunidad y calidad a miles de usuarios de la salud en la capital del Magdalena.
Un poco más de 10 meses después de la intervención que está a cargo del equipo dirigido por el agente especial Román de la Rosa, designado por la Supersalud, la situación del centro asistencial ha mejorado en la mayoría de los frentes y la recuperación es palpable.
Hoy, el hospital cuenta con una nueva cara, toda vez que aumentó en 93% los servicios ofertados y readecuó los 30 centros de salud para atender la población en la zona urbana y rural de Santa Marta. Para las próximas semanas, se pondrá al servicio un laboratorio clínico en la sede de Bastidas que aumentará el portafolio de atención de mediana y alta complejidad.
De igual manera, ahora se realizan las citologías, se arreglaron las unidades odontológicas, se logró la licencia para los rayos X y se aumentaron los médicos generales.
Se continúa con el mantenimiento preventivo y correctivo de la infraestructura, de las redes, de las plantas y ascensores, del mobiliario, de los equipos biomédicos, de los vehículos y todo lo relacionado con la tecnología de la información.
EN LO FINANCIERO
El trabajo realizado ha permitido una recuperación de cartera superior a los 3.500 millones de pesos, mediante el cobro efectivo a las entidades responsables de pago.
Informó que hubo un aumento de la facturación, que subió de 2.675 millones de pesos en el momento de la intervención, a 3.039 millones de pesos al cierre de abril de 2020.
Asimismo, se gestionó ante el Gobierno Nacional la asignación de 5.500 millones de pesos a través del Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud (Fonsaet), recursos que serán utilizados para cubrir el pago de las deudas que ascienden a 17.908 millones.
En esa misma ruta, se alcanzó un equilibrio presupuestal, pasando de un déficit de 6.725 millones en julio de 2019, a un superávit presupuestal de 993 millones de pesos acumulados.
Dentro de las acciones para enfrentar la emergencia por la pandemia del coronavirus, se adecúan 30 camas de aislamiento en la sede La Castellana y se trabaja en el proyecto de 15 nuevas camas UCI y 20 más de aislamiento.
