Jose Guillermo ‘Ñeñe’ Hernández, el señalado narco asesinado en Brasil hace cerca de un año, volvió a ser noticia en los últimos días por causa de la revelación de una interceptación realizada por la justicia en la que hablaba de una supuesta compra de votos para la campaña del ahora presidente Iván Duque.
Sobre esto, tanto el expresidente Álvaro Uribe como los responsables del manejo financiero de la campaña han garantizado la transparencia de esas cuentas y han pedido que la justicia investigue las afirmaciones del ‘Ñeñe’. “El ejercicio político del presidente Duque ha sido transparente”, dijo Uribe.
Desde Yopal, Uribe también aseguró: “En mi larga carrera política jamás ha pasado por mi mente comprar votos, he sido riguroso desde mi primera elección como concejal en 1974”.
¿Pero quién era el ‘Ñeñe’ Hernández? En junio del año pasado, El Tiempo publicó este perfil:
Horas después de que se conoció la noticia de que José Guillermo ‘Ñeñe’ Hernández –esposo de la exreina de belleza María Mónica Urbina– había sido asesinado en Brasil por robarle su Rolex de oro, empezó a circular una foto del narcotraficante Marcos de Jesús Figueroa, alias Marquitos.
La imagen, en la que se le ve con gafas deportivas y reloj de marca, fue tomada en su celda de la cárcel de máxima seguridad de Picaleña, en Tolima. Y algunos asumieron que se trataba de una especie de mensaje de amenaza para que nadie hablara de sus nexos con el ‘Ñeñe’, quien posaba de exportador de carne y comerciante de hidrocarburos.
Aunque en Valledupar todos hablaban de ese peligroso vínculo, el ‘Ñeñe’ había logrado mimetizarse en la alta sociedad costeña para disipar cualquier sospecha sobre el incremento intempestivo de su riqueza.
Pero, hace 72 horas, la Fiscalía anunció que le incautó 1,2 billones de pesos a la estructura criminal de ‘Marquitos’, y el esposo de la exreina apareció en el organigrama como uno de los miembros del brazo financiero, al lado de Armando Gnecco, alias Mandarino, y de otros dos sujetos: alias Huracán y don Hernán.
Además, entre las 11.949 cabezas de ganado, 5 estaciones de gasolina, 11 sociedades, 10 establecimientos de comercio, 72 lujosos inmuebles y 76 vehículos incautados en el operativo, hay varias que eran propiedad del ganadero, quien, según las autoridades, mezclaba dineros del narcotráfico y de la venta ilegal de gasolina venezolana con plata lícita, en una millonaria operación de lavado de activos.
Desde 2014, tanto la Policía como la Fiscalía empezaron a recaudar evidencia, pero el ‘Neñe’ despistaba a los investigadores asegurando que su fortuna procedía de los envíos a Europa, Asia y Venezuela de postas de ganado de primera, que levantaba a través de La Gloria Ganadería, fundada en octubre de 2014, en la que aparecen como representantes sus hijos Juan Miguel y Juan David Hernández López.
Para ese momento ya completaba tres años de unión con la exreina María Mónica Urbina, lo que le abrió las puertas de una pequeña élite de empresarios y miembros de la farándula.
Del brazo de Urbina, asistió a la boda de la también exreina Paula Andrea Betancur, de la que fue padrino, y a eventos públicos con poderosos políticos de Bogotá.
En esa doble vida empezó a incursionar en millonarios negocios inmobiliarios.
Mientras se paseaba en camionetas blindadas con un séquito de escoltas y un Rolex de oro en la muñeca, adquirió un lote en las goteras de Cartagena, de 600 hectáreas. El predio queda a cinco kilómetros de la terminal de transporte y, según Andrés Jiménez, fiscal delegado para las finanzas ilegales, allí se proyectaba trasladar el aeropuerto de la Heroica.
EL TIEMPO estableció que, para entonces, el ‘Ñeñe’ ya había rendido interrogatorio como indiciado y, además, aparecía en testimonios como el determinador del asesinato de Óscar Rodríguez (en agosto de 2011), hijo de un prestamista y sastre al que le adeudaba una millonaria suma.
Diego Armando Acuña, alias Dieguito, el hombre que apretó el gatillo, fue el mismo que le dijo a la Dijín que el ‘Ñeñe’ y ‘Marquitos’ ordenaron el crimen del prestamista y que él, por equivocación, mató al hijo.
Luego de ese asesinato, la mansión del ‘Ñeñe’, en Valledupar, fue atacada con una granada, y él fue víctima de dos atentados. Y a los tres meses se casó con la exreina.
Pero, hasta su muerte, negó cualquier nexo con el hampa. Y aunque esta frenó otros expedientes en curso, EL TIEMPO estableció que interceptaciones telefónicas lo involucraban con otros narcos y políticos, entre ellos ‘Kiko’ Gómez, exgobernador de La Guajira, condenado a 55 años por homicidio. En un audio se escucha al ‘Ñeñe’ hablar con Daimler Paul Corrales Figueroa, sobrino de ‘Marquitos’.
Por ahora, ni María Mónica Urbina ni los hijos del ‘Ñeñe’ se han pronunciado sobre los señalamientos ni por la incautación de varios de los bienes de la familia.
Tomado de El Tiempo