Un joven ingeniero biomédico de 23 años, fue asesinado por error mientras saludaba a sus amigos en una esquina del barrio donde creció. Su familia pide justicia y asegura que él no tenía vínculos con ningún acto delictivo.
La tragedia sacudió a la ciudad de Cartagena y al país entero, luego de conocerse la muerte por error de Kevin Overni Betancourt Otero, un joven ingeniero biomédico de 23 años, quien fue atacado a bala cuando se encontraba saludando a sus amigos de infancia en una esquina del barrio donde creció. El hecho ha generado una profunda conmoción en la Costa Caribe, especialmente por la vida prometedora que llevaba el joven profesional.
Kevin había regresado a su tierra natal durante unos días de descanso. En su rutina sencilla y humilde, salió a compartir con los amigos del barrio. Sin embargo, lo que parecía ser un encuentro casual terminó en tragedia cuando hombres armados llegaron y dispararon indiscriminadamente contra el grupo de jóvenes.
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Según las autoridades, las primeras indagaciones apuntan a que Kevin no era el objetivo, sino que los asesinos confundieron a la persona que buscaban, llevándose la vida de un inocente trabajador con un futuro brillante.
“Mi hijo no se metía con nadie”: el dolor de una madre
Entre lágrimas, la madre del joven expresó:
“Mi hijo era bueno, trabajador, ayudaba en la casa, no se metía con nadie. ¿Por qué a él?”
La familia asegura que Kevin era un joven enfocado en su profesión, comprometido con su trabajo y con el deseo de sacar adelante a su mamá. Trabajaba en importantes proyectos de salud en una de las ciudades más desarrolladas del país, y su historia era motivo de orgullo para quienes lo conocían.
