Esta mujer viajó desde el país de Venezuela, recorriendo kilómetros por carretera, con la fe de que volvería abrazar a su hijo.
“Madre solo hay una y no hay amor más grande que el de una madre”, en esta frase se resume el fervor de una mujer de nacionalidad venezolana que buscó incansablemente a su hijo perdido en las drogas.
Se trata de Jesús, un joven del vecino país que arribó a la ciudad de Santa Marta en búsqueda de nuevas oportunidades, pero que desafortunadamente las drogas lo sedujeron y perdió su rumbo de salir adelante y cumplir sus sueños.
Este flagelo lo envolvió tanto que se convirtió en un habitante de calle, durmiendo en los parques y andenes de la ciudad, en ocasiones duraba días sin dormir, ya que lo poquito que le regalaban lo tomaba para drogarse.
En esta situación duro más de tres años, donde se había olvidado hasta de su familia. Sin embargo, su madre no se olvidó de él e inició una búsqueda incesante para encontrar a su hijo amado.
Fueron tres años de zozobra, donde la única esperanza que tenía era una sensación en su corazón que le decía que su hijo estaba vivo y la estaba esperando.
Con la fe puesta en Dios, llegó a la capital del Magdalena, sin ninguna información de su hijo, solo una foto y con una valentía que le permitía transitar por cada rincón de la ciudad.
“Un día venía de mi trabajo y un familiar me envía una foto de mi hijo, el cual estaba tirado en la calle durmiendo, todo sucio, en ese momento tuve sentimientos encontrados, porque, por un lado, me sentía feliz, debido a que ya sabía donde estaba y por otro triste, al ver a mi hijo en esas condiciones”, expresó la madre en medio de lágrimas.
Luego de un viaje largo y de pedir permiso en su trabajo, llegó a la ciudad de Santa Marta, específicamente en la zona céntrica, donde dormía Jesús, luego de buscarlo por cada sector, amigos de calle de su hijo le indicaron que estaba cerca a ‘El Boro’.
“Enseguida me dirigí hasta ese lugar y ahí estaba mi niño, no dudé dos veces en abrazarlo y darle un beso, él estaba un poco confundido, no lo podía creer, pero luego me reconoció y me abrazó y me dijo que quería irse conmigo”, afirmó.
Luego de hablar y en medio de lágrimas estas dos personas fueron hasta su residencia, Jesús se bañó, se cambió de ropa y le decía a su madre que quería cambiar y que la perdonara por este sufrimiento.
De acuerdo con Yorvi Martínez, un líder de una fundación que ayuda a habitantes de calle a salir de las drogas, esta familia viaja este viernes a las 2:00 pm hacia el país de Venezuela, para reencontrarse con los demás parientes.
“El joven va a ser internado en una clínica especializada en estos casos, para ayudarle a salir de este mundo de tinieblas y seguir con sus sueños”, aseguró Martínez.
Sin duda alguna, esta historia se ha hecho viral en redes sociales y ha conmovido el corazón de muchas personas, que al ver el amor de esta madre, ratifican que madre solo hay una y que afortunado es ese joven de tener a esa persona que lo protege y cuida siempre.
