Mientras que en la actualidad la ciudad vive confinada y en un acelerado crecimiento de los casos de Covid-19, en abril se cumplió un año de una fuerte tormenta que azotó la política local. En 2019 para estos días estaba llegando a la ciudad Andrés Rugeles que se juramentó como alcalde encargado.
Ante la detención domiciliaria del entonces alcalde Rafael Martínez, el 4 de abril de 2019 llegó a la ciudad el secretario de Transparencia del gobierno nacional, Andrés Rugeles, designado como alcalde encargado.
Durante cuatro meses Andrés Rugeles fue alcalde de Santa Marta, dejando en parálisis total la ejecución de proyectos administrativos que se venían adelantando por parte de Rafael Martínez, hoy gerente de Proyectos de la Gobernación del Magdalena.
Rugeles llegó el 4 de abril a la Notaría Primera y frente a Rafael Manjarréz, juramentó respetar la constitución y las normas, además declaró que no llegaba a chocar ni a pelear, pues su actuar no era político; sin embargo lo que llegaría después con algunos nombramientos y denuncias de acoso de su parte a funcionarios, mostraron una cara distinta detrás del hombre de anteojos.
El gobierno Rugeles llegó desde el primer día a tomar el control de una ciudad que según él, estaba sumida en la corrupción.
En medio de protestas llegó a la casa consistorial de donde se desencadenarían escándalos como el allanamiento a la oficina de Rafael Martínez por parte de Emiro ‘Emiratoto’ Castro, su hombre de confianza, natural de Ariguaní pero con una larga trayectoria laboral en Santander, donde venía siendo investigado por irregularidades en la Alcaldía de Floridablanca.
Entre las más sonadas discusiones entre Andrés Rugeles y el gabinete de Rafael Martínez, estuvo la ola de insubsistencias a los funcionarios, las denuncias por maltrato y el allanamiento en la Alcaldía, un sábado en mediodía.
LA HUELGA DE HAMBRE DE LOS ‘VALIENTES’
Rugeles había sido nombrado mientras el gobierno nacional decidía por ley a través de una terna de Fuerza Ciudadana, el Alcalde que tomaría las riendas del Distrito.
Mientras Rugeles trataba al gobierno de Rafael Martínez de corrupto, conformó un gabinete de asesores y secretarios traídos desde la capital de la república, entre ellos la exprocuradora Marta Castañeda, el recordado Emiratoto Castro y otros que reemplazaron a los insubsistentes ayudantes de Rafael Martínez.
También fue una Alcaldía que formó una comunión muy cercana con la gobernación de Rosa Cotes a quien invitó a coadministrar junto a los representantes a la Cámara del Magdalena.
Las acciones de Rugeles que según Fuerza Ciudadana, el alcalde Martínez y todos sus secretarios estaban centradas en paralizar el ‘cambio’ generaron protestas, huelgas de hambre de funcionarios del Distrito y mucha inestabilidad en la ciudad.
LOS ESCÁNDALOS
Entre los recordados escándalos no solo estuvo el hecho que Rugeles hiciera algunos nombramientos denunciados como “favores políticos”, también el allanamiento a la Alcaldía y ceder a la Gobernación la organización de las Fiestas del Mar.
También fue noticia como desde el gabinete se utilizaban recursos del estado y de las Fuerzas Militares para ir con la familia a diferentes sitios turísticos, como fue el caso del secretario de Prensa de la administración, Camilo George.
También se denunció que habría una lista de secretarios y contratistas de diferentes carteras del Distrito, tendría a la mano el alcalde (e) Andrés Rugeles, con el objetivo de hacer favores a los llamados ‘clanes’ de la política en el Magdalena.
Así lo advirtió en su tiempo la ex alta consejera para la Paz y el Posconflicto, Anabel Zúñiga, quien dijo que Rugeles tiene una lista no sólo de secretarios nuevos que vienen siendo nombrados, sino que contratistas en diferentes secretarías también serán removidos, para nombrar a los que por favor, les piden miembros de la clase tradicional.
EL REGRESO DE MARTÍNEZ
Finalmente en el mes de julio, después de cuatro meses, Rafael Martínez regresó a la casa consistorial, encontrando las obras, los proyectos y las secretarías en una completa parálisis.
Por hubo un encuentro entre los administradores, Martínez con un corte de pelo bastante peculiar llegó hasta la sede y recibió la Alcaldía del encargado por presidencia.
“No solo con palabras se hace un corrupto”, estas fueron las 14 primeras sílabas que salieron de la boca de Rafael Martínez en su encuentro con Andrés Rugeles.
En un cara a cara verbal, diplomático, pero tensionante, Martínez se desahogó frente a su rival y manifestó que vuelve limpio y sin problemas a la administración, dando a entender que fue calumniado.
Martínez le dijo a Rugeles que las acusaciones no hacen a un corrupto y hay que presentar pruebas al respecto.
Al finalizar Rugeles salió por la puerta de atrás de la Alcaldía, solitario y en medio de rechiflas de los manifestantes que a diario se paraban frente al edificio, a exigir su salida.