Un gesto inocente terminó en una escena de violencia inaceptable. Una menor fue abofeteada por sonreír durante una discusión ajena, y su madre, al exigir explicaciones, terminó con una herida en la cabeza y múltiples contusiones. La agresora sería la propietaria de un puesto de dulces.
Lo que parecía una tarde cualquiera en Tucurinca, corregimiento de la Zona Bananera (Magdalena), se convirtió en un trago amargo para una madre y su hija, víctimas de un episodio de violencia física y verbal.
El hecho ocurrió cuando una menor de edad se acercó a un puesto de dulces del sector. En el lugar, la comerciante sostenía una acalorada discusión con su pareja. Según el testimonio de la madre, la niña sonrió inocentemente al presenciar el altercado, sin imaginar que ese gesto desataría una reacción desmedida.
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La dueña del local, fuera de sí, golpeó con una bofetada a la menor, dejándole una marca visible en el rostro. En shock, la joven corrió a contarle a su madre lo sucedido.
Indignada, la mujer fue a pedir explicaciones, pero lejos de recibir una disculpa, fue recibida con más violencia. La agresora tomó un cucharón de cocina y la golpeó en el rostro causándole una herida abierta, además de contusiones en el abdomen y otras partes del cuerpo.
En medio del caos y en un acto de defensa, la madre lanzó una piedra hacia la comerciante para frenar la agresión, lo que aumentó la tensión entre vecinos que presenciaron la escena.
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La madre de la menor anunció que interpondrá una denuncia formal, esperando que el caso no quede impune y que se tomen las medidas correspondientes para proteger a las víctimas.
