Propietarios y administradores de los lugares de citas en la ciudad, exigen ser tenidos en cuenta en la reactivación gradual de la economía. Por lo menos 12 establecimientos están al borde de la quiebra.
Hablar de la actividad sexual aún sigue representando una serie de tabúes de los que prefieren evadir en algunas conversaciones, y mencionar moteles o sex shop no está dentro de los cánones. Pero esta industria del placer se rehúsa a que los veten y más cuando su economía depende de estos servicios.
La empresa de moteles en Santa Marta se declara al borde de un colapso financiero, pues, las normas para garantizar el confinamiento obligatorio en el país los obligó a cerrar sus puertas y hoy 2 meses de parálisis exigen ser tenidos en cuenta dentro de los sectores a reactivarse próximamente.
12 lugares de citas en la ciudad han tenido que llegar a acuerdos con más de 150 trabajadores que conscientes de la situación de sus empleadores hoy están en sus casas sin devengar un sueldo. La crisis pandémica no los ha salvado del pago mensual de los servicios públicos, que como dice Ricardo Cayón, miembro de la cadena motelera, “llegan casi que por lo mismo que cuando estábamos funcionando”.
Entradas selladas, habitaciones vacías y citófonos en silencio, es el panorama de cada motel. Con la esperanza de volver al ruedo en cualquier momento, avanzan en jornadas de mantenimiento y desinfección de las áreas. Añoran correr con la misma suerte de la hotelería, que espera reanudar su actividad en el mes entrante.
PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD EN LOS MOTELES
No hay un ponderado exacto de las pérdidas económicas para este conglomerado sin embargo, de acuerdo con las estadísticas, en días ordinarios lograban atender hasta 30 servicios de por los menos $22 mil pesos el rato, y en las cuentas ha significado un gran déficit, porque las parejas ya no frecuentan estos lugares.
A pesar de todo, Ricardo Cayón, insiste que lo que pretenden implementar como parte de planes de bioseguridad son acciones recurrentes y obligatorias para los moteles de Santa Marta, cuya asepsia simula a la establecida para centros clínicos.
“Nosotros manejamos las normas sanitarias desde antes de la pandemia. Como es obvio somos estrictos en el lavado de sábanas, por ejemplo, donde usamos químicos especiales. Además creemos que el foco de contaminación de 2 personas en una pieza es menor a que decenas en un centro comercial o un supermercado”, especificó Cayón.
Huérfanos de un padrino que abogue por ellos y rechazados por Cotelco, que asegura que por su naturaleza no pertenecen a este gremio, esperan respuestas del Gobierno nacional, y en Bogotá una asociación naciente hace fuerza para que sean escuchados.
“Quieran o no, nosotros sí estamos unidos a la hotelería porque igual que ellos ofrecemos un servicio no por días pero sí por horas”, continuó Ricardo.
UNA PROPUESTA PARA REACTIVARSE
El virus amenazará a la sociedad durante los próximos 18 meses o hasta que aparezca la vacuna, y mientras eso sucede Ricardo y los otros empresarios están de acuerdo con que se deben agregar más ítems a las prácticas de bioseguridad para prevenir contagios.
“Colocar alfombras para desinfectar zapatos a la entrada de las habitaciones y la habilitación sectorial del motel, son algunas de las estrategias. Es decir, que de 40 piezas, se ofrezcan por bloques para darle tiempo a la desinfección de las usadas”, concluyó Cayón.
EL SEXO Y LA CUARENTENA
Los moteles son sitios donde no solo los amantes mantienen sus encuentros amorosos sino también esposos que para salir de la monotonía buscan espacios de liberación. El distanciamiento social ha afectado masivamente a las parejas, según una encuesta practicada a 9.000 personas por NBC News, indica que el 47% de las personas han variado su actividad sexual en la cuarentena.
Heisi Douglas, sexóloga, considera que las relaciones sexuales por estos días “son importantes para establecer el contacto directo entre parejas, porque a través de estas se liberan energía, además permite canalizar los miedos. Es importante estar muy atentos que no se baje la libido por lo tanto hay que hacer de ese momento el más sano y con mucho amor”.
Algunos samarios no ven conveniente que esta reactivación se dé, consideran que se puede convertir en focos de expansión. Pero para personajes como Alí Navarro, es necesario que suceda y que los que quieran entrar además de preservativos ahora deberán protegerse con guantes y tapabocas. “La gente quiere volver a lo suyo, ¿No ven a los que han pillado en moteles clandestinos?”.