Según detalló el jefe de esta cartera, infiltrados estarían proporcionando información sensible y debilitando las operaciones de las autoridades.
Una preocupante radiografía de la seguridad nacional emerge de las recientes declaraciones del ministro de Defensa, Pedro Sánchez. El jefe de cartera encendió las alarmas al confirmar la infiltración de grupos ilegales, específicamente el ‘clan del Golfo’, dentro de las filas de la Fuerzas Militares.
Esta situación, vinculada al violento ‘plan pistola’ del grupo armado, representa un desafío mayúsculo para la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico en Colombia.
En diálogo con el diario El Tiempo, el ministro detalló cómo el ‘clan del Golfo’ estaría utilizando el soborno a bandas criminales para perpetrar asesinatos selectivos de militares y policías. Sin embargo, la amenaza se extiende al interior de las propias instituciones, donde infiltrados estarían proporcionando información sensible y debilitando las operaciones de las autoridades.
“Estos grupos han logrado infiltrarse en las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, lo que significa que hay delincuentes dentro de nuestra organización y contra ellos va todo el peso de la ley”, sentenció el Ministro Sánchez, anunciando una inminente “purga” interna con la captura de varios sospechosos en los próximos días.
Segunda fase de la Operación Agamenón
Para contrarrestar esta amenaza, el Ministerio de Defensa ha puesto en marcha la segunda fase de la Operación Agamenón, un plan integral con cinco líneas estratégicas. Una de ellas se enfoca directamente en “anular cualquier infiltrado que haya” dentro de la Fuerza Pública, lo que subraya la gravedad de la situación y la determinación del gobierno para erradicar esta amenaza interna.
Las otras líneas buscan desmantelar la economía ilegal del ‘clan del Golfo’ neutralizar mandos medios, capturar cabecillas y debilitar sus redes internacionales.
