La situación que vivimos en la actualidad con la crisis económica que para muchos ha llevado o llevará a la quiebra a empresariado, es en realidad una oportunidad para reinventarse, para salir adelante.
La oportunidad para que todos pensemos en lo que debemos hacer, en cómo saldremos de esta, es un ejercicio mental que como lo diría Albert Einstein, es la mejor bendición que le puede suceder a una persona, país o empresa.
La crisis no es más que eso, un momento en el que detenidamente se debe pensar en iniciativas que sirvan para escalar, para tomar nuevamente el rumbo del éxito y en medio de la situación tener un plan para volver como el ave fénix.
En momentos de crisis es cuando nacen los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado, porque está claro que atribuir sus fracasos y penurias a una situación como la actual, no está haciendo otra cosa que violentar su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
En momentos como el actual, el peor enemigo del empresario o del líder de un territorio es no saber como salir de ella, es ser incompetente ante las adversidades y no prepararse para lo que viene: Todo se traduce en la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Volvemos a Einstein cuando afirmamos que sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Foto referencia altonivel.com