Según los afectados son más de 300 personas las que dependen de esta actividad económica.
Los dueños de las bicicletas marinas no terminaban de recuperarse de la cuarentena, producto de la pandemia por Covid-19 en el país, cuando los ‘visitó’ el coletazo del Huracán IOTA, destruyendo su principal elemento de trabajo.
Los fuertes oleajes que se presentaron en los últimos días en la ciudad de Santa Marta, hicieron que estas atracciones acuáticas que estaban estacionadas en la orilla de la playa de El Rodadero se dañaran por completo.
Los propietarios de estas embarcaciones no pudieron hacer nada ante la fuerza de la naturaleza que arrasó no solo con su modo de trabajo, sino con los sueños de una familia que dependían de ello.
Edwin Villamizar le contó a SANTA MARTA AL DÍA los momentos de angustia que vivió con sus compañeros el día martes, cuando el mar golpeaba una y otra vez sus embarcaciones.
“Apenas comenzaron las alertas de huracán nosotros salimos a rescatarlas, pero las olas que llegaban hasta la orilla, lo hicieron imposible y lo material se recupera pero una vida no”, dijo.
Según Villamizar son alrededor de 300 personas afectadas por esta problemática entre ellas las familias que dependían del trabajo de estas bicicletas.
“Nos estábamos recuperando y volviendo debido a las restricciones que había por la pandemia, pero llega este huracán y acaba con todo”, expresó Edwin en medio de la angustia.
La restauración de estos vehículos acuáticos tiene un costo que oscila entre los 200 mil y 300 mil pesos, pero estos trabajadores aseguran no tener como arreglarlos, ya que no han tenido ingresos y lo poquito que ganan es para el sustento diario.
“Quedamos con las manos abajo, no sabemos qué hacer, le pedimos ayudas a la Alcaldía para que nos brinden una solución, nosotros queremos trabajar, pero no sabemos como”, puntualizó Villamizar.