A pesar de las afectaciones y protestas en diferentes sectores de Santiago de Chile, Gobierno del presidente Sebastián Piñera informó que la final de la Copa Libertadores; el torneo de clubes más importante del fútbol sudamericano, se realizará el próximo sábado 23 de noviembre en el Estadio Nacional de Santiago.
En caso de no haber imprevistos, River (Argentina) y Flamengo (Brasil) disputarán un solo partido para definir qué equipo se consagrará como el mejor de la región.
La información proveniente de RT en Español, llega luego de que el presidente haya anunciado, el mismo día, que aquella nación latinoamericana no será la sede del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (Apec) ni de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 25 (COP 25), que estaban estipuladas para noviembre y diciembre, respectivamente.
En contrapartida, el juego más esperado del año sigue su curso normal: “El Gobierno nos dio el apoyo total para realizar la final de la Libertadores en Santiago. El fútbol puede ser una buena oportunidad para unir”, aseguró la ministra de Deportes, Cecilia Pérez.
Por otro lado, el tema de la seguridad es un asunto que preocupa a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), considerando que la última final debió trasladarse a Europa por los disturbios producidos en Argentina.
Sin embargo, la entidad a cargo de la organización del torneo agradeció desde Twitter: “El compromiso mostrado por el Gobierno de Chile para garantizar las condiciones”.