La plazoleta central de la Universidad se convirtió en el lugar en donde estudiantes, docentes actuales y de la época se dieron cita para traer a su memoria la imagen de su compañero, alumno, amigo y defensor incansable de los derechos de la comunidad académica.
Siendo estudiante de pregrado en la Facultad de Economía y conocedor de las irregularidades que se les presentaban al interior de la universidad, Hugo impulsó iniciativas dentro del colectivo de estudiantil, con la finalidad de hacer visibles las inconformidades ante ciertas actuaciones durante la administración del entonces Rector Carlos Eduardo Caicedo Omar.
Ese espíritu de lucha directa contra los actos que en su sentir eran corrupción al interior del alma mater, fue el detonante para que se produjera su asesinato, el cual sucedió la noche del 26 de mayo del año 2000, cuándo individuos que se movilizaban en motocicleta le dispararon en repetidas oportunidades en su vivienda.
Es innegable que en la realidad del país estaba en auge el paramilitarismo, es por eso que se presume que estos grupos hacían presencia en la institución de educación superior haciendo contrapeso a aquellos que no compartían ciertas ideas.
Aún no existe claridad frente a quien determinó la muerte de Hugo Elías Maduro, este es otro caso de impunidad en el que todos los familiares y estudiantes de ese tiempo continúan clamando justicia y una respuesta contundente por parte de los estamentos judiciales que les permita saber en realidad por que los privaron de un hombre que era dedicado a sus estudios, alegre y solidario.
“Conocí la lucha de Hugo en ese tiempo, y tuvimos la oportunidad de entablar varias conversaciones sobre lo que él consideraba que debía ser la Universidad pública, el lucho en todo su periodo acá por la dignificación del estudiante. Nosotros tenemos que ser solidarios con su memoria, por eso no hemos dejado que su legado quede enterrado” Dijo Veruzka Araron, egresada de la Universidad del Magdalena y compañera de Hugo.