La comunidad se niega a abandonar sus tierras y solicita a las autoridades intervenir la zona.
El miedo y la zozobra se apoderó de los municipios de San Pablo y Santa Rosa, sur de Bolívar, luego de que el Ejército de Liberación Nacional –ELN- y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, iniciaran una disputa armada por quedarse con el poder del territorio.
De acuerdo con información entregada por los líderes de la comunidad de San Pablo, los enfrentamientos ya cumplen más de 15 días; impidiéndole a los habitantes salir a trabajar y por consecuente, pasar necesidades en cuanto a la alimentación.
Hasta el momento, no se han reportado civiles lesionados, no obstante, la comunidad teme a que esta guerra se traslade hacia la zona residencial y algún inocente pierda la vida.
“Ellos dijeron que iban a enfrentarse lejos de aquí, para no afectar a las comunidades y hasta el momento ha sido así. Por eso, nos hemos mantenido en nuestras tierras”, expuso un líder de San Pablo.
Lo más preocupante del caso, es que, según los líderes de la zona, las autoridades gubernamentales y policiales, se han hecho los “oídos sordos”, argumentando que dichos combates no existen.
Asimismo, expusieron que, pese a que en caso de que alguno de los grupos armados intente llevarse a alguna persona contra su voluntad, lo evitarán, aunque no cuenten con armas.
Por lo anterior, los habitantes de San Pedro y Santa Rosa, hacen un llamado a los defensores de derechos humanos, para que sirvan como institución mediadora, entre la comunidad y el Gobierno, con el objetivo de evitar una tragedia.