A través de su cuenta en Twitter la asambleísta le contestó a su compañero Rafael Noya sobre la ponencia de uno de los proyectos de ordenanza radicados por el Gobernador.
No es extraño ver las sucesivas confrontaciones ideológicas, que en ocasiones suben sus grados de efervescencia, entre los diputados Claudia Patricia Aarón y Rafael Noya. En veces anteriores los insultos han cruzado de lado a lado como duelo de pistoleros en el lejano oriente, contexto metafórico en el que se ha convertido la Asamblea del Magdalena últimamente.
En esta ocasión se da un nuevo pleito en que el lenguaje empleado por Aarón deja mucho que desear. Un discurso utilizado no para defender sus capacidades de recta intención e imparcialidad, sino para ridiculizar a su oponente.
“Ya le compré al Honorable Diputado Rafael Noya una bolsa de pañales tena y una caja de lomotil ¿Cuál es el cuento? Deje trabajar compañero”, cita la asambleísta en su cuenta de Twitter y esto se da en respuesta a la invitación de su colega de corporación que la llamó a declararse impedida para ser la ponente en primer debate del proyecto de ordenanza que busca crear un fondo de becas en el departamento.
Los argumentos de Noya para asegurar que Aarón no genera garantías para el recto estudio de la propuesta del gobernador Carlos Caicedo, es que tiempo antes de conocerse el documento oficial, ya la diputada había anunciado que votaría negativo la aprobación de este fondo.
“Considero que por esta posición, que quedó demostrada, no solo en las redes sociales sino en las noticias, la doctora Claudia Aarón debe declarase impedida para ser ponente de este importante proyecto”, afirmó Noya García.
La falta de discurso, quizás, de la diputada y comunicadora social, abre un nuevo debate de entender ¿Cómo se mezcla la libertad de expresión con la investidura política que se tiene?