Las organizaciones de pescadores asegura que en Tasajera hay cerca de 28 estructuras construidas con madera de mangle.
Preocupados se encuentran los pescadores de la Ciénaga Grande Santa Marta, quienes denuncian criaderos ilegales de pescado, lo cual pone en peligro ya que esto provoca la extinción de peces nativos y sedimenta el cuerpo cenagoso.
Enrique Maldonado Lara, representante del Comité de Pescadores de Tasajera (Copemar) y vicepresidente de la Federación Departamental de Pescadores, elevó nuevamente el llamado a los organismos responsables de velar por el equilibrio de la Ciénaga; asegura que la caza de alevines está empezando a genera un impacto negativo en este ecosistema.
Explicó que la fauna no puede cumplir el ciclo natural debido a la existencia de estos sitios clandestinos, ubicados a cuantos metros de la carretera Troncal del Caribe.
“Los dueños de los criaderos ilegales no son de la región, son forastero. Para hacer un sitio de estos se necesita talar entre 20 y 30 árboles de mangle para extraer la madera, un gran daño que se hace. Y al meter esas varas al agua en algún momento se pudre la cáscara, se cae y empieza a contaminar. Y lo que más preocupa es que estos lugares aumentan la sedimentación en la ciénaga, porque esas estructuras detienen las corrientes”, detalló representante del Comité de Pescadores de Tasajera.
De acuerdo con Copemar “sólo en la zona de Tasajera, unos 28 criaderos, una gran extensión de corrales que se dedicaron a pescar alevines de sábalos, muy pequeños en los caños y ciénagas aledañas, un aproximado de tres mil de esos animales. Y luego se ensañaron con alevines de lisa para alimentarlos”.
Enrique Maldonado afirma que hizo la respectiva denuncia a la Policía Ambiental, y ellos “vieron, comprobaron y el desorden siguió, por eso hoy en la Ciénaga Grande, no hay lisa. El daño empieza con la construcción de los criaderos y termina acabando con los peces nativos de la zona”.
La preocupación del gremio de pescadores censados y reconocidos por su actividad artesanal se hace mayor, porque aseguran que la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) fueron informada de la denuncia, pero no tomó las medidas en el momento, además que no impuso sanciones, lo que terminó repercutiendo en la repetición de esta práctica desmedidamente.