Desesperados por la falta de sustento para poder alimentarse, pero sin incumplir las normas de aislamiento, vecinos de María Eugenia se hicieron sentir de una particular forma: a punta de cacerolazo en las puertas de sus casas.
Los vecinos piden de parte de la Alcaldía de Santa Marta, las ayudas y mercados humanitarios, para poder afrontar de manera tranquila la crisis por el Covid-19.
A través de un video suministrado por uno de los testigos de la particular pero desesperada protesta, se puede escuchar el sonido de las cacerolas y hasta luces de celulares y otros elementos encendidos.
En otros sectores de la ciudad como Garagoa y Timayui, la comunidad ha salido de sus casas y han adelantado protestas durante todo el fin de semana.