Los ocho días de paro nacional, que se cumplieron este jueves, ya les pasan factura a los sectores económicos más dinámicos en el país. La suma de la afectación –entregada por los gremios de manera individual– llega casi a los 1,4 billones de pesos.
Y el comercio, que justamente está ante la temporada de ventas decembrinas, las cuales representan el 30 por ciento de las totales del año, parece ser el más afectado. En este sector se han reducido las ventas entre un 70 y un 90 por ciento, por el recorte de los horarios de atención en los negocios.
Los hoteles, por su parte, se han visto afectados por las cancelaciones de reservas, las ventas de libros han tenido descensos del 52 por ciento y los restaurantes reportan que la asistencia de comensales solo llega al 20 por ciento.
Según Fenalco, el gremio de los comerciantes, este sector ha estimado las pérdidas en unos 150.000 millones de pesos diarios. Por lo tanto, la cifra total, hasta ayer, fue tasada en 1,2 billones de pesos.
Bogotá, ciudad con las protestas sociales más concurridas y más fuertes, en términos de orden público, es la que concentra las mayores pérdidas. El impacto económico en hoteles, restaurantes, transporte, comercio e industria ha sido estimado en 576.000 millones de pesos (el 41 % de las pérdidas en el país). Además de los 5.000 millones de pesos que se deben buscar para reponer los daños ocasionados al sistema de transporte masivo (TransMilenio).
El impacto económico en hoteles, restaurantes, transporte, comercio e industria ha sido estimado en 576.000 millones de pesos (el 41 % de las pérdidas en el país).
Las voces de negocios afectados así lo confirman. El GranSan –que es un centro de negocio de la confección en San Victorino–, por ejemplo, estima que las pérdidas por los bloqueos llegan a los 26.000 millones de pesos.
Por el lado de los centros comerciales de la ciudad, donde no solo deja de vender el comercio sino que se dejan de prestar servicios como parqueaderos, cines y comida en plazoletas, también hay algunos cálculos.
Mercurio, centro comercial de Soacha, expresó en un comunicado que “la disminución en las ventas es del 70 por ciento”. Inclusive, Jaime García, gerente general de Mercurio, teme que la jornada de Black Friday (prevista para hoy) no tenga un efecto importante en las ventas. “El impacto comercial podría ser muy mínimo, teniendo en cuenta el temor de las personas con el orden público o la falta de transporte”, explicó.
Las cancelaciones en reservas han generado pérdidas que alcanzan los 1.000 millones, solo para Bogotá, y un promedio de 200 millones para destinos intermedios.
El sector transporte es otro de los que han visto reducida su actividad, tanto en la movilidad dentro de la ciudad como en la disminución de rutas intermunicipales y vehículos de carga.
El presidente de Colfecar, Juan Miguel Durán, señaló que “las empresas de transporte de carga, especialmente de paquetes y postal, han tenido que afrontar retrasos hasta del 35 por ciento en sus operaciones de entrega, lo que les significa pérdidas aún por cuantificar”.
Bogotá, Medellín y Cali, donde se han presentado cierres viales por las marchas, son las que más pesan en el efecto al sector.
Entre tanto, la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) asegura que “las cancelaciones en reservas han generado pérdidas que alcanzan los 1.000 millones, solo para Bogotá, y un promedio de 200 millones para destinos intermedios”.
El mundo del entretenimiento tampoco escapa del coletazo del paro. La cancelación del partido de Roger Federer, que era justo el día que tuvo que ser decretado el toque de queda, anota un efecto económico por 10.200 millones de pesos; mientras que el Teatro Nacional, que tiene tres salas en Bogotá, informó que aunque no ha perdido dinero, sí ha dejado de facturar unos 300 millones de pesos por cancelación de funciones.
Una muestra del efecto que ha tenido el paro en los restaurantes la expresa Camilo Giraldo, quien está al frente del Grupo Gordo, de la cadena de pizzerías Julia, así como las marcas Gordo, Lorenzo El Griego, Emilia Grace y Tomodachi. “No solo tuvimos que cerrar en las noches del jueves, viernes y sábado pasados, sino que en esta semana la asistencia han sido del 20 por ciento, con numerosas reservas canceladas”.
Los empleados de estos establecimientos, cuyos ingresos se equilibran con propinas, también se muestran desesperados. Por esta razón, Acopi, gremio que reúne a 1,6 millones de micro, pequeñas y medianas empresas, pidió respeto al “derecho a la operación normal de las empresas para seguir produciendo y, de esa manera, aportar a la economía, al sostener más de 16,5 millones de empleos”.