Human Rights Watch advierte de los crecientes abusos y falta de atención para los migrantes.
La ONG Human Rights Watch hizo un llamado de advertencia a los crecientes abusos y falta de atención para los migrantes por parte de las autoridades migratorias colombianas y panameñas en el Darién.
HRW señala que en ningún lado de la frontera las autoridades actúan para proteger de manera eficaz el derecho a la vida e integridad física de los migrantes “y solicitantes de asilo en tránsito, ni investigan las violaciones a sus derechos de forma efectiva, rápida y exhaustiva. Los esfuerzos para garantizar el acceso a alimentación, agua y servicios básicos de salud han resultado insuficientes”.
Juanita Goebertus, directora de la División Américas de HRW, afirmó al presentar el informe que “sea cual sea el motivo de su viaje, los migrantes y solicitantes de asilo que cruzan el tapón del Darién tienen derecho a condiciones mínimas de seguridad y al pleno respeto de sus derechos humanos durante el viaje”.
El tapón del Darién es un espacio selvático de medio millón de hectáreas en la frontera entre Colombia y Panamá, con vegetación arbolada, espesa y húmeda, con ríos, montañas y áreas fangosas, y sin carretera alguna, que los migrantes atraviesan sorteando peligros propios de la selva y el acecho de grupos criminales.
Las autoridades colombianas y panameñas deberían prevenir crímenes de parte de grupos criminales y de delincuentes, investigar abusos, y mejorar el acceso a alimentación, agua y servicios básicos de salud.