La comunidad se encuentra preocupada por la problemática ambiental.
En un lunar negro se ha convertido la problemática del vertimiento de aguas servidas en el barrio La Paz. Algunos vecinos y comerciantes de la zona ya no soportan el olor fétido que brota de una alcantarilla en la calle 115 del mencionado sector.
Por otro lado, a los residentes se les dificulta realizar sus labores diarias, tanto así que para atravesar las calles, tienen que saltar las corrientes de aguas residuales para no caer en ellas.
El panorama cada día es más abrumador, puesto que el barrio La Paz no cuenta con sistema de alcantarillado en algunas vías, por esa razón los moradores han tenido que construir pozas sépticas para depositar la materia fecal.
La mayoría de las viviendas no tienen conexión de tubería al alcantarillado, es por eso que el desagüe de los patios emigra hacia las calles y carreras formando unas largas zanjas, trayendo consigo una proliferación de mosquitos que perjudica tanto a niños como a personas de la tercera edad.
“Los olores son constantes, y la clientela que llega lo primero que comenta es sobre ese problema. Hay personas que tienen hasta infección en el cuerpo debido a esa agua. Hacemos un llamado a la empresa de servicios públicos para que solucionen, porque es muy fastidioso” dijo Jairo Ortiz, dueño de una tienda en el sector.