La población recuerda a los 33 niños y un adulto que murieron calcinados
El municipio de Fundación, Magdalena despierta este lunes recordando la trágica escena que se vivió el pasado domingo 18 de mayo de 2014 en el barrio Altamira, a 100 metros del estadio de fútbol ‘Rafael Castañeda’, donde un bus de servicio especial explotó y se prendió en llamas con 43 niños a su interior.
El hecho ocurrió cuando el reloj marcaba las 11:40 de la mañana, según la información que suministró la Policía, las 33 víctimas entre los 2 y 13 años, murieron calcinadas. El reporte de las autoridades, en ese entonces, indicó que 10 infantes que lograron ser rescatados con vida del vehículo, fueron trasladados a centro asistenciales de Santa Marta, Fundación y Ciénaga.
Testigos y padres de los afectados y las víctimas manifestaron que los niños regresaban en ese momento de un culto religioso en la iglesia pentecostal en Fundación, también agregan que todo habría ocurrido por imprudencia del conductor del autobús.
“Su motor se apagó repentinamente y el conductor intentó prenderlo mojando con gasolina el carburador. Una chispa, generada al momento de darle arranque, al parecer hizo contacto con el combustible. Se sintió una explosión y seguidamente el fuego envolvió al carro”, dijeron personas en el sitio.
Durante el trágico hecho, en medio de las llamas una desesperada madre, residente en el sector, se subió a la buseta para rescatar a su hija, pero su esfuerzo fue infructuoso. La mujer terminó con quemaduras de segundo y tercer grado.
La impotencia se apoderó de todos los habitantes de la zona, los gritos de auxilio de los niños eran constante y nadie podía hacer nada. Luego de que con baldes y una máquina de bomberos apagaran el fuego, el grupo de criminalística de la Policía y CTI de la Fiscalía llegó hasta el lugar para adelantar el levantamiento de cadáver de los niños, quienes posteriormente fueron trasladados hasta Medicina Legal en la ciudad de Barranquilla.