En un comunicado posterior a las elecciones, la campaña de Rafael Noya destacó los 125 mil votos obtenidos como una expresión de respaldo al progresismo en el Magdalena, mientras cuestionó la concentración atípica de sufragios en favor de Margarita Guerra y denunció presuntas prácticas clientelistas, compra de votos y falta de garantías electorales en varios municipios del departamento.
La Campaña En “El Magdalena Cabemos Todos” del candidato Rafael Noya agradece a las diversas expresiones de la ciudadanía su decidido, emotivo y valiente respaldo, que contra todo pronóstico, obtuvo 125 mil votos. Esta significativa votación expresa el clamor de amplios sectores del Magdalena, quienes reclaman un cambio genuinamente progresista.
Los resultados electorales por municipios reflejan comportamientos atípicos en favor de la candidata Margarita Guerra, sobre todo por la alta concentración de la votación, entre 70 y 93% en Plato, El Banco, Pivijay, Tenerife, Zona Bananera, Chivolo y Sitionuevo.
Así mismo, de acuerdo con denuncias ciudadanas, se evidenció una presunta masiva compra de votos, acuerdos clientelistas de Caicedo con algunos alcaldes tradicionales y alta votación en zonas con importante presencia de estructuras herederas del paramilitarismo y la llamada “narcopolítica”.
Esto demuestra que el clan ganador tuvo apoyos directos de políticos cuestionados como Eduardo Pulgar (exsenador del Partido de la U condenado por cohecho), Rodrigo Roncallo (exrepresentante a la Cámara condenado por parapolítica, Pedro Sánchez Rueda (exalcalde de Aracataca y condenado por parapolítica); Johan Pinedo Panetta (diputado de la Asamblea del Magdalena, ficha de Pulgar), Cesar Pacheco, hijo de la exdiputada Claudia Aaron de Cambio Radical y Holmes Echeverría (integrante del Centro Democrático, vinculado con el paramilitar del Bloque Norte José Gregorio Mangones Lugo, alias Carlos Tijera), y familiares del exparamilitar Chepe Barrera, entre otros.
A esto se suma la falta de garantías electorales por parte de la gobernadora encargada, militante de Fuerza Ciudadana, quien impulsó junto con varios miembros del gabinete, evidentes hechos de intervención indebida en política con el uso de recursos públicos, y que fueron puestos en conocimiento de las autoridades competentes.
Rafael Noya y los aliados del Pacto Histórico fuimos víctimas de una violenta estrategia antidemocrática de estigmatización por parte de Caicedo y su grupo, quienes no admiten que otros sectores del Progresismo participen en procesos electorales si no se subordinan a sus intereses personales.
La campaña de ‘Rafael Noya Gobernador’ tuvo el respaldo del progresismo representado en el Pacto Histórico, además de sectores del Partido Verde, Colombia Renaciente, ASI, Mira, liberales, líderes de Cambio Radical, sectores sociales, campesinos, poblaciones LGTBIQ+, pescadores, jóvenes, adultos mayores, académicos, juntas de acciones comunales, empresarios, indígenas y comunidades afrodescendientes.
La significativa votación por el progresismo y los aliados representan una expresión de respaldo democrático que acogió la propuesta de Paz Política, la cual busca impulsar un acuerdo territorial por una agenda de desarrollo común que unifique a los sectores sociales, políticos e institucionales, al tiempo que acompañe las reformas progresistas que impulsa el gobierno nacional del presidente Gustavo Petro.
Finalmente, el liderazgo del ex diputado Rafael Noya de la mano del Pacto Histórico Magdalena, el Colectivo Autonomía y Sin Permiso, sectores académicos y demás expresiones aliadas del progresismo, continuaremos las batallas democráticas en el Estado Social de Derecho por la superación de la pobreza y las inequidades en el Magdalena, la región y el País.


