Actualmente, las familias no han recibido la indemnización prometida por Vives Caballero.
El proceso contra Enrique Vives Caballero, implicado en el trágico accidente que dejó como saldo 6 personas muertas el pasado 13 de septiembre en el sector de Gaira, se trasladará hacia la ciudad de Bogotá, tal como lo había solicitado la Procuraduría.
Los abogados de las víctimas celebran esta decisión, ya que argumentan que en la capital del país los procesos de peritaje que hacen falta realizar se podrán ejecutar de una manera más ágil.
“Yo creo que el traslado es positivo para el proceso, porque las pruebas técnicas que están pendientes por realizar se van a hacer en Bogotá y eso le permite al Fiscal tener más medios para adelantar todas las pericias pendientes”, indicó Rodrigo Martínez, abogado de víctimas.
Asimismo, frente a otra posible dilación del caso con el traslado a Bogotá, el jurista indicó que no hay de qué preocuparse, porque en todo el país los términos se manejan de la misma forma.
“Los términos son iguales esté en Santa Marta o en Bogotá, pero creo que le da un poco de más herramientas al fiscal para manejar la investigación”, puntualizó Martínez.
Actualmente, Vives Caballero se encuentra recluido en la cárcel de mediana seguridad de San Sebastián de Ternera ubicada en la ciudad de Cartagena.
Indemnizaciones
Según lo indicado por el jurista Rodrigo Martínez, defensor de víctimas, a la fecha aún no se ha llegado a un conceso con la aseguradora Bolívar para el desembolso del dinero.
La empresa solicitó un término de 30 días para estudiar los casos de manera individual y proceder a realizar el pago.
“El seguro a la fecha no ha respondido, ni siquiera ha hecho una aceptación formal de las reclamaciones”, indicó Martínez.
Cabe indicar que, inicialmente se solicitó la suma de 500 millones de pesos, pero según el jurista a cada familia de los fallecidos se le entregará una indemnización diferente, porque la aseguradora analiza de manera distinta cada caso, teniendo en cuenta factores como edad, nivel de ingresos y demás.
Por: Juan Rodríguez Martino.
