Motorola
acaba de revivir uno de los teléfonos más icónicos; el Moto Razr.
Se
trata de un equipo de tipo flip (se abre para dejar ver la pantalla), con el
que Motorola le está apuntando como principal argumento de venta a la
nostalgia.
El
fabricante de teléfonos, que pertenece a Lenovo, acaba de lanzar en Estados
Unidos ese nuevo celular, que revive un clásico del año 2004.
Antes
de la llegada del iPhone, el Razr era el modelo más vendido en la historia de
los celulares (130 millones de unidades, según el diario The Wall Street
Journal).
Los teléfonos tipo flip o clamshell ya no son muy populares, pero tienen una ventaja obvia: al doblarse o cerrarse, lo cual es posible gracias a una especie de bisagra, hacen que su tamaño al guardarse en el bolsillo sea muy inferior.
EL NUEVO RAZR
En el
caso del nuevo Razr, eso permite contar con un smartphone con una pantalla OLED
de 6,2 pulgadas, que abierto tiene 17 centímetros de largo, pero que cerrado
tiene solo 9,4 centímetros.
Su
pantalla es bastante alargada: su proporción es 21:9. Cuando el teléfono está
abierto, su grosor es de 7 milímetros, mientras que cerrado queda de 1,4
centímetros. El nuevo Razr pesa 205 gramos.
La
pantalla principal del Razr ofrece una resolución HD (2.142 por 876 píxeles). Y
el Razr tiene una segunda pantalla, más pequeña, que el usuario ve cuando el
celular está cerrado: esta es de 2,7 pulgadas, y permite que la persona vea
información como la hora, la fecha, notificaciones recientes, entre otras.