“Virgen del Carmen, tu me tienes vivo, pero ayúdame a salir del fracaso”.
El mes de julio en su afán de paso y como muchos transportadores, Milton Luis Rodríguez Cervantes, recuerda que no hay cosa más hermosa que sentirse con fe. Se despierta a las 4:00 de la mañana como todos los días, ora y da gracias por ver nuevamente la luz del día, pero también le da gracias a la Virgen del Carmen por ver de nuevo 16 de Julio.
Milton es un conductor de bus cualquiera del STU en Santa Marta, tiene en su corazón a sus cinco hijos, sus nietos, su madre y el recuerdo de su padre fallecido; pero lo que lo hace diferente es el talento por la música.
‘Diomedes’, el ‘Cantante’, ‘el conductor loco que canta en el bus’ o simplemente Milton, así ya en diferentes esquinas, paradas o en los semáforos, todo el que se monta en el CT 308, el bus azul que por momentos hace de escenario y el asiento frente al volante que se vuelve tarima, lo identifican.
Milton un hombre de contextura gruesa, rubio y de ojos claros, la piel un poco quemada por el sol y algunos achaques producto del trabajo de horas y horas a bordo de un bus, les alegra la mañana, tarde o noche a todo el que se sienta en su buseta. Muy amable como él dice, “tratar bien al pasajero”, pero también muy alegre con las pistas que a través de su reproductor musical hace recordar la música del Diomedes Díaz, su preferida.
“Soy un hombre soñador y siempre quise ser cantante, mi padre fue un serenatero y por el lado de mi madre la familia Cervantes es de músicos, yo trato de alegrar un poco el día a la gente”, manifestó Milton mientras recibía el pasaje de una bonita dama a la que posteriormente regaló un verso.
Asegura que es seguidor de Diomedes Díaz y que ha memorizado cada una de sus canciones, desde la del primer LP con Náfer Durán, hasta el más difícil verso hecho en presentaciones.
Dice que no pierde la esperanza de grabar un CD y poder mostrar al menos en disco compacto su talento y su corazón.
La Virgen del Carmen se convirtió en su patrona, no solo por ser conductor, es porque esta es la jefa de su ídolo musical y la de los músicos de Colombia.
Mientras cubre la ruta Bonda hasta Gaira, le regala $200 al calibrador que le va avisando cómo va de tiempo, recorre la Avenida del Libertador lento pero seguro, mama gallo por las ventadas con el que limpia los vidrios, con el que vende agua y hasta le alcanza el tiempo para comerse un Megaboli mientras maneja.
Milton es sin duda un personaje querido por la gente, los pasajeros admiran su canto, le aplauden y a coros le piden “otra, otra”.
Le pide a la Virgen del Carmen como en aquella canción de Diomedes Díaz, ‘A la mitad del camino’ “Tú me tienes vivo, pero ayúdame a salir del fracaso”.
“Soy un hombre soñador y siempre quise ser cantante”.
Material audiovisual: Cristian Jaruffe