Si usted camina por el Centro Histórico de Santa Marta, se dará cuenta que en las diferentes calles y carreras se encuentran billetes de bolívares venezolanos; los cuales son utilizados por personas de nacionalidad como materia prima para la realización de artesanías.
Para la gran mayoría de venezolanos residentes en la ciudad, a pesar de contar con un título profesional, esta es la mejor oportunidad laboral que ha podido encontrar ante la crisis económica producto de la devaluación del bolívar que enfrenta el vecino país.
Algunos como Jeffry Ríos, artesano venezolano, y quien es profesional en Ingeniería Mecánica, ha encontrado en los billetes de baja denominación y sin ningún tipo de valor, la forma perfecta para obtener ingresos económicos, usándolos para armar creativas figuras.
“La hiperinflación hizo que los billetes de diferentes denominaciones de 500 y 100 mil bolívares se reutilizaran para ser doblados y posteriormente tejidos durante horas con nailon de pescar”, manifestó.
Los diferentes colores y el material resistente con el que son fabricados, es una excelente oportunidad para los venezolanos que desean aprovechar el producto para hacer bolsos, monederos, carteras, carros, helicópteros, portarretratos y hasta figuras de animales como perros, armadillos, monederos, serpientes y cisnes, con el fin de darle una vida útil a este material resistente.
“Algunas veces en Venezuela buscamos el billete y elaboramos los productos para traerlos a Colombia. Lo importante es dejar al país en los más alto y hacer las cosas lo mejor posible. Yo era activista en mi país de un partido llamado”, dijo.
Esta es la mejor estrategia de ingresos para poder tener con que alimentarse y pagar el arriendo en donde residen, así como también transferir dinero a las familias que aún se encuentran en Venezuela para que cubran sus gastos y necesidades diarias.
Los principales detonantes de la hiperinflación en Venezuela tienen que ver con la intervención por parte del régimen del presidente Nicolas Maduro en la política monetaria y el Banco Central de Venezuela (BCV), principalmente a través de la inyección de dinero inorgánico en la economía. Adicionalmente, el déficit fiscal de la República es financiado por el BCV, lo cual genera un proceso conocido como la monetización del déficit.
Desde el año 2013 la crisis económica viene azotando al país, por lo que el gobierno ha reducido dramáticamente las importaciones, lo cual ha generado una reducción de la oferta de bienes.
Cada artesanía tiene su costo, y todas son atractivas ante los ojos de los samarios que transitan por las calles, se pueden encontrar desde 25 mil pesos hasta 80 mil pesos, depende el tamaño y la temática para cual desee ser utilizada en la cotidianidad.
Muchos de los venezolanos buscan de alguna manera la forma de cruzar la frontera con maletas al hombro, pero atiborradas de billetes, sin embargo, aseguran que el tener que cortar los billetes con tijeras o doblarlos para crear estas figuras y luego venderlos, no es nada fácil, más bien es triste y doloroso, porque los tiempos cambiaron y es imposible comprar productos o bienes en su país.
“Esto es muy duro, pero toca hacerlo porque no hay otra forma de darle de comer a mi hijo, creo que la ciudad me ha abierto las puertas, y agradezco a cada samario que se acerca a mi puesto para que le venda los diseños, lo hago con amor”, dijo Jonathan Ríos.