La Alma Mater recibió la visita del joven indígena Kaneymaku Suárez, reconocido en su comunidad como el “científico arhuaco”, quien trabaja en la conservación de anfibios y reptiles en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Luego de ser redescubierta por investigadores de la Universidad del Magdalena y miembros de la Fundación Atelopus, la Rana Arlequín de la Noche Estrellada (Atelopus aryescue) o ‘Gowna’, como es conocida por la comunidad indígena Arhuaca de Sogrome, se ha convertido en el tema central de un diálogo de saberes que oscila entre los conocimientos científicos y ancestrales.
Recientemente la Alma Mater recibió la visita de Kaneymaku Suárez Chaparro, estudiante de Licenciatura en Biología de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien ha sido designado por su comunidad como el “científico arhuaco”. El joven ha trabajado junto al biólogo magíster Luis Alberto Rueda Solano, docente de la Facultad de Ciencias Básicas, y su equipo de la Fundación, en la conservación de anfibios y reptiles en la Sierra Nevada de Santa Marta.
En reunión con el doctor Jorge Enrique Elías Caro, vicerrector de Investigación, se planteó la propuesta de trabajar mancomunadamente desde los grupos de investigación de esta Casa de Estudios Superiores con las comunidades indígenas, para llevar a cabo actividades de formación, desarrollo académico y científico, que respeten el patrimonio natural y cultural.
El vicerrector manifestó sentirse complacido con estas iniciativas para analizar y reflexionar en torno a lo que es un encuentro de los diversos saberes.
“El conocimiento científico que se hace desde la academia, pero también el conocimiento ancestral es parte de nuestra cultura (…) de alguna u otra forma durante mucho tiempo han estado divorciados y aquí en la Universidad queremos que sea ese encuentro un diálogo consensuado para que al final se pueda desarrollar un verdadero conocimiento de todo tipo”, indicó el directivo.
Durante este encuentro, Kaneymaku Suárez contó su experiencia trabajando directamente desde su comunidad con investigadores de la Institución y la Fundación Atelopus en la conservación y protección de anfibios. Además, agradeció a Unimagdalena por abrir sus puertas para impulsar la investigación en los territorios indígenas.
“De acuerdo al movimiento cósmico vemos cómo se comportan las ranas y a partir de eso nos damos cuenta de que en el conocimiento científico hay una explicación diferente a la de nosotros. Es muy enriquecedor trabajar con la Universidad porque vemos que resaltar o hablar de la conservación y la protección es muy importante para nosotros, los pueblos milenarios”, señaló el joven arhuaco.
Siendo Una Universidad Aún Más Incluyente e Innovadora, la Alma Mater ha trabajado arduamente en la generación de nuevos conocimientos y en buscar los mecanismos adecuados para transferirlos y hacer que las comunidades los apropien.
Precisamente, destacando la importancia de apoyar la formación de miembros de las comunidades indígenas en la ciencia, el docente Luis Rueda explicó que en la investigación siempre se tiene en cuenta el método científico y se dejan por fuera saberes tradicionales que han pasado de generación en generación.
“Al reconocer ese tipo de ciencia, esa manera de generar conocimiento, la Universidad del Magdalena está integrando en sus políticas y reconociendo estos procesos de unión de saberes, dándole un marco más formal dentro del estudio”, comentó el investigador.
Así mismo, mencionó que la comunidad de Sogrome ha hecho una analogía entre el proceso que lleva Kaneymaku introduciéndose en el mundo científico con lo que representa la elaboración de una mochila, “tiene tiempo, va a demorar, pero cuando esté terminada va a ser un producto hermoso, entonces el producto de este proceso será un científico arhuaco que pueda unir esos grandes saberes: el conocimiento científico y el conocimiento ancestral”.
Luego de este primer encuentro, desde la Vicerrectoría de Investigación, Unimagdalena seguirá contribuyendo a más espacios que permitan generar diálogos de saberes entre comunidades étnicas y académicas, y a su vez, continuará fortaleciendo las iniciativas ya existentes a través de los Programas de Biología, Licenciatura en Etnoeducación, y Licenciatura en Educación Campesina y Rural.