A raíz de la carencia de equipos médicos de protección en Santa Marta y Colombia, un grupo de samarios, entre ellos estudiantes y egresados de Unimagdalena, emprendieron el uso de la impresión 3D para crear mascarillas antifluidos, las cuales están siendo necesarias en la actual crisis por el coronavirus. Hasta el momento han producido 100 prototipos y proyectan realizar 500 unidades semanales.
El jóven Miguel Ángel Polo Castañeda, estudiante de la Maestría en Ingeniería de la Universidad del Magdalena y egresado del Programa de Ingenieria Electrónica de la misma, junto a Jose Alejandro Vera Serpa, desarrollador de software; conscientes de la problemática que atraviesa la ciudad, el país y el mundo, por la carencia de equipos médicos de protección ante el COVID-19; decidieron unir esfuerzos para desde sus casas empezar a contribuir con sus impresoras 3D a la producción de mascarillas antifluidos.
Unimagdalena que bajo el plan de gobierno por ‘Una Universidad Más Incluyente e Innovadora’ ha demostrado que a pesar de cualquier adversidad, Siempre Busca Rutas para Avanzar, está apoyando esta iniciativa aportando conocimiento, talento humano, material y maquinaria para expandir la producción de los implementos; asimismo, con su personal médico-científico formularon el proyecto para la Convocatoria del MinCiencias en busca de financiación del Gobierno Nacional para lograr crear más prototipos.
Actualmente, ya son 15 samarios, entre ellos estudiantes y egresados de la Alma Mater, que hacen parte del grupo de trabajo que emprendió el uso de la impresión 3D para crear mascarillas antifluidos, las cuales están siendo necesarias en la coyuntura del coronavirus, ya que funcionan como barrera protectora, evitando el riesgo de contagio; lo cual es imprescindible en especial para el personal médico, que es el más expuesto y debe usar una medida de mayor protección y para quienes tienen contacto con pacientes diagnosticados como positivos; teniendo en cuenta que el tapaboca convencional tiene pequeños poros donde podrían ingresar particulas del virus.
El médico Manuel Dangond, oncólogo clínico de Santa Marta, manifestó al respecto que, “en la situación que actualmente estamos enfrentando con el coronavirus, estamos obligados a usar las barreras de protección diseñadas para el adecuado cuidado y seguridad del paciente, y al mismo tiempo para evitar la expansión de la pandemia. En mi caso, no encontraba en la Ciudad una máscara antifluidos, necesaria para la actividad médica diaria, y conocí el proyecto que vienen realizando un grupo de estudiantes de la Universidad del Magdalena; me entregaron una muestra de su excelente producto y ha funcionado perfectamente. Quiero felicitarlos e impulsarlos a continuar adelante en el desarrollo de este y otros productos que ofrezcan una óptima seguridad en el ejercicio de las diferentes áreas de la salud”.
La mascarilla antifluido está compuesta de una visera impresa en 3D con plástico PLA o ABS, lámina de acetato y un elástico. Hasta el momento, este equipo ha producido 100 prototipos y proyecta realizar 500 unidades semanales, para así lograr un impacto positivo en la ciudad y contribuir a abordar el reto nacional.
El ingeniero maestrante Miguel Polo Castañeda, se refirió sobre otros planes que de igual forma tienen proyectados desarrollar con el propósito de avanzar en su contribución para enfrentar la actual crisis, “también estamos buscando la forma de desarrollar ventiladores mecánicos/respiradores artificiales para poder ayudar a las personas que lleguen a sentir problemas respiratorios, al mismo tiempo, unas válvulas impresas en 3D, que son muy costosas para las clínicas y con las impresoras que estamos utilizando pueden salir mucho más económicas”.
Cabe mencionar que, el grupo de ingenieros samarios siguen buscando acetato, filamento para continuar imprimiendo, bolsas nuevas resellables para empacar el producto, entre otros materiales, por lo cual invitan a empresarios y productores a unirse al proyecto y seguir sumando esfuerzos para contribuir a la sociedad ante la peor pandemia del siglo XXI.