Algunos expertos consultados por el portal Soy Carmín, indican que no existe una sola vagina en el mundo que no huela de una forma especial, y por esto es necesario que cada mujer o su pareja estén pendientes de los cambios que se puedan presentar.
Estos los olores más comunes:
Cebolla, ajos u otro alimento
No solo el aliento de su boca se ve afectado con la comida que tiene esencias intensas, pues como el cuerpo se alimenta de todo lo que se ingiere, la vagina no es la excepción.
Si el olor es similar a lo mencionado es normal. Una buena alternativa para no llegar a omitir estos alimentos es lavarlos muy bien antes de cocinarlos, consumir mucha agua y comer muchas frutas.
Pescado
Aunque para muchos pueda ser gracioso, este aroma intenso suele ser una de las principales señales de una infección vaginal, como por ejemplo la vaginosis bacteriana, que se produce por un desequilibrio del pH de la zona.
Los olores en la zona íntima normalmente no son un problema, pero si estos no pasan al lavarla sí es recomendable visitar a un experto.
Sudor general y tipo axila, o uno parecido a la cebolla.
Si bien no se deberían comparar estas zonas, cuando la mujer realiza mucho cardio suelen asemejarse. Esto se puede solucionar con una buena ducha; si no cambia el aroma, es mejor que consulte a su médico.
Levadura
Es normal que este olor se haga presente, pues la vagina tiene una gran cantidad de este elemento (aunque claramente no sirve para hacer pan). Sin embargo, cuando es muy intenso puede darse “debido a una infección por levaduras”.
Si se detecta este problema, puede darse por “hormonas, antibióticos, uso de ciertos jabones” o cualquier elemento que altere el pH de la zona.
Metal
Si el aroma se asemeja al de un tornillo (antes o después de oxidarse) es posible que su ciclo menstrual esté por llegar, pues la sangre tiene una gran acumulación de hierro. Claramente esto debe acabar al mismo tiempo que el periodo.
Podrido
Este olor ocurre, en la mayoría de casos, a aquellas mujeres que usan tampones, y puede ser “potencialmente mortal”, se “llama síndrome de shock tóxico“. Si este incómodo aroma va acompañado de mareos, náuseas o diarrea es mejor que acuda a un especialista.