Otras tres personas fueron aprehendidas y son señaladas de enviar cargamentos de cocaína a los países de los Balcanes.
La Fiscalía General de la Nación presentó ante un juez de control de garantías a seis personas que harían parte de una red narcotraficante señalada de enviar clorhidrato de cocaína desde la terminal marítima de Santa Marta (Magdalena) a Rumania, Lituania y otros países de la península balcánica.
Tres de los señalados integrantes de la estructura ilegal son patrulleros de la Policía Nacional, quienes serían los encargados de permitir el paso de los cargamentos de estupefacientes a la zona de carga para que fueran camuflados entre contendores que salían con frutas tipo exportación y textiles rumbo a Europa.
Las demás personas que estarían vinculadas al andamiaje criminal, al parecer, realizaban los contactos para la adquisición y transporte de la cocaína en Colombia, y mantenían las alianzas con las denominadas mafias de los Balcanes.
Los procesados fueron capturados en diligencias realizadas de manera conjunta entre la Fiscalía y la Policía Nacional, con apoyo de la agencia estadounidense DEA, en Envigado (Antioquia), Neiva y Pitalito (Huila), Santa Marta (Magdalena), y Popayán (Cauca).
Un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico imputó a los detenidos el delito de fabricación, porte o tráfico de estupefacientes agravado.
Por decisión de un juez de control de garantías, cinco de los procesados recibieron medidas privativas de la libertad. Dos de los policías, Camilo Andrés Bonilla Santos y Rubén Darío Rojas Aguirre, en centro carcelario; mientras que Leonard Antonio Monsalvo Molinares, Luis Alfredo Peñaranda Monsalvo y Carlos Andrés Quintero Pajón fueron asegurados en sus lugares de residencia.
De otra parte, el patrullero Jorge Andrés Vanegas Villa quedó vinculado mediante medida no privativa de la libertad. Esta determinación fue apelada por la Fiscalía.
En el curso de la investigación a esta organización le fueron incautadas dos toneladas de clorhidrato de cocaína, las cuales pretendían ingresar a Rumania el 12 de mayo de 2016. En ese momento fueron capturados seis ciudadanos rumanos.