Según la versión de un sobreviviente, los contagios se estarían dando al interior de los planteles educativos.
Con la llegada de la pandemia, las medidas para evitar las aglomeraciones afectaron la normalidad académica en todos los colegios, oficiales y privados, del país; los estudiantes no van a las aulas pero reciben las clases de manera virtual.
Pero hay quienes en esta cadena de empleos de la educación han tenido que ser constates en sus obligaciones, pues, para ellos el teletrabajo no existe, estos son los celadores de las instituciones públicas de Santa Marta, que a la fecha lamentan la muerte de 3 integrantes del gremio que perdieron la batalla contra el Covid-19.
Con pocos elementos de bioseguridad y con una alta exposición al contagio en los planteles educativos, estos operadores de la seguridad y el mantenimiento de las locaciones académicas, han seguido trabajando durante la pandemia.
Edgar Emilio Valverde, con más de 24 años de experiencia en la celaduría, dice que le duele ver cómo se están acabando sus compañeros en manos del coronavirus. Él confiesa que por fortuna le hizo el quite al brote, pero a pesar se vio en apuros los 10 días que estuvo recluido en una clínica de la ciudad. En su casa y muy respetuoso del virus, solo recuerda las anécdotas con sus colegas que ya no están.
“Se han ido 3 buenos amigos, Álvaro Cotes, que laboraba en el colegio de Alfonso López; José Castro, del Liceo del Norte y otro compañero de la escuela de Nacho Vives… En los colegios están repartiendo cosas y entra gente, y yo digo que por ahí es que nos estamos contagiando. No estamos recibiendo a tiempo los equipos de bioseguridad, nos dan 2 tapabocas, un poco del gel y alcohol cada 2 semanas. Nosotros estamos dando el frente en esta cuarentena”, precisó Valverde.
Edgar también indicó que el Distrito les adeuda el pago de vacaciones y horas extras de años atrás y no les han dado soluciones definitivas a una problemática que en este tiempo de escasez arremete con más fuerza.
“Nuestros compañeros se están muriendo sin ver el pago de las deudas que nos tienen… Si bien nos están pagando el sueldo, el dinero por las deudas atrasadas nos está haciendo falta para pagar las universidades de nuestros hijos, por ejemplo. Esos dineros están estancados”, agregó Valverde, quien presta su oficio en el colegio Rodrigo de Bastidas.
Este sobreviviente del Covid-19 le pidió a la alcaldesa Virna Johnson y al secretario de Educación, Antonio Peralta, que les ayuden a destrabar esta situación del pago de los retroactivos. También han dicho que es necesario que haya más garantías de salubridad en los planteles educativos, que la entrega de elementos de protección personal sea en más cantidades y de manera constante.